Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

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miércoles, 31 de agosto de 2011

CAPÍTULO 61: DE VUELTA AL BAR

La noche pasó sin ningún contratiempo ni mal sueño. Cuando se despertó era bien entrada la mañana y sus padres ya habían comido por lo que ando a sus anchas por la cocina.

Por la tarde quedó con sus amigas para tomar algo en el mismo bar en el que había estado la noche anterior. Ellas le preguntaron qué había pasado cuando se fue con Dimitri y ésta se lo contó todo pero pasando por alto el detalle de que había aparecido Alex.

- ¿Con quién te fuiste a casa anoche? Porque me han contado que alguien te llevo en moto… - preguntó Marta con una voz de lo más inocente.

- Con… Derek…

- ¡¿Qué?! – Exclamaron sus dos amigas al unísono y sorprendidas por igual.

- Pues cuando fui a entrar en casas y se me lanzó…

- ¿Y tú que hiciste? – preguntó Bea.

- ¿Yo? Pues que voy ha hacer, entre en mi casa y punto. Ya os dije que no quiero saber nada más de él.

- Pues no se nota por que bien que accediste a que te llevara a casa… - le pincho Marta.

- Oye que yo no os he contado todo esto para que me acuséis así. Si vuelve a pasar le pondré las cosas claras otra vez.

- Vale, vale – dijeron las dos mientras levantaban las manos como si las estuvieran atacando.

- Pues… hablando de tus ligues por ahí viene uno de ellos.

Lis volvió la cabeza y vio como Dimitri se acercaba hacia ellos.

- Hola chicas – las saludó con su sonrisa más cálida. El sol arrancaba destellos dorados de su pelo rubio. - ¿Os importa que me siente?

Hasta entonces no fueron conscientes de la atracción magnética de sus ojos verdes como la esmeralda y tan profundos como un bosque inmenso. Como era de esperar ninguna de ellas puso objeciones para que se sentara. Él escogió la silla libre que había junto a Lis. Nadie sabía de que hablar así que la conversación fue entrecortada y versó sobre las cosas más triviales que encontraron. En un momento dado Marta y Bea se fueron al baño y los dejaron solos. Dimitri posó sus labios en el cuello de Lis y le dio un pequeño mordisco. A ésta un escalofrió le recorrió todo el cuerpo ante ese contacto fortuito.

- Anoche me lo pase muy bien – le susurró Dimitri al oído – me muero de ganas por repetirlo. – Y le pellizco un pezón justo antes de que sus amigas volvieran del baño y se sentaran nuevamente a la mesa.

Oleadas de calor recorrían el cuerpo de Lis cada vez que miraba a Dimitri a los ojos y veía lo que deseaba hacer con ella.

Fin del capítulo 61

jueves, 25 de agosto de 2011

CAPÍTULO 60: ¿A QUE HA VENIDO ESO?

Cuando terminó de complacerle Alex se despidió de Dimitri y se marchó. Lis se quedó sentada en el banco aturdida por lo que había pasado y porque el efecto del alcohol estaba desapareciendo. Dimitri se acercó a ella, le tomó la cabeza entre las manos y la besó, realizando así un gesto bastante inusual en él.

- Has estado muy bien preciosa – le dijo con una sonrisa en los labios.

Lis s limitó a asentir como única respuesta. Luego los dos volvieron al bar y ella se reunió con sus amigas, las cuales se encontraban el mismo sitio donde las dejó.

De vez en cuando volvía la cabeza para observar a Dimitri que estaba recostado en la barra tomando cerveza con otros chicos y parecía totalmente ajeno a aquellas miradas.

Así permaneció una hora hasta que Lis decidió que le dolían demasiado los pies como para continuar bailando así que se despidió de sus amigas y salió del bar. Una vez fuera se quitó los zapatos y cuando emprendía la marcha hacia su casa notó que alguien le tocaba el hombro con el objetivo de llamar su atención.

Giró lentamente sobre sus talones para ver quien era y se quedo boquiabierta. Pensaba que sería Dimitri, que la había visto salir del bar y querría acompañarla o decirle algo pero… vaya… no era él precisamente…

Los brillantes ojos marrones contrastaban con su pelo largo y negro.

- Hola Lis. ¿Qué tal estas?

- De…Derek – tartamudeó por la sorpresa- Bien… ¿tú?

- He estado mejor… Por lo que veo te duelen los pies – dijo tras echar una mirada a la mano en la que portaba los zapatos -. He venido con la moto, si quieres te llevo.

Lis estaba paralizada. ¿A que venía tanta amabilidad? Le había rechazado y le parecía raro que le hablara de una forma tan amigable. Pero pese a todo le dolían los pies tanto que todo eso le daba igual.

- Claro, me encantaría – le respondió con la mejor de sus sonrisas.

Derek la llevó hacia el lugar donde estaba aparcada la moto, se montaron en ella y en menos de diez minutos habían llegado a su destino. Primero bajó él y después la ayudo a bajar a ella. La acompaño hasta la puerta donde los dos se detuvieron mientras Lis buscaba las llaves.

- Gracias por traerme – dijo Lis mientras metía la llave en la cerradura.

- A sido un placer – le contestó él con cierto matiz oculto en la voz que no logró descifrar. – Nos vemos otro día.

E inesperadamente posó sus labios sobre los de lis y sin que ha ésta le diera tiempo a reaccionar montó en su moto y se fue.

¿A que ha venido eso? Se preguntaba atónita Lis mientras veía como la moto desaparecía de la calle.

viernes, 19 de agosto de 2011

CAPÍTULO 59: PASIÓN EN EL PARQUE



Una vez llegados al parque se sentaron en un banco, el cual estaba parcialmente oculto tras unos setos de dimensiones considerables y dotados de unas flores blancas que llenaban con su olor el ambiente.

Ella cruzó las piernas y se agarró al asiento. La cabeza le daba vueltas. Él se sentó junto a ella con la espalda apoyada en el respaldo y ligeramente inclinado para así poder verla. Cogió el móvil, mandó un sms y se acomodó todo lo cerca que puedo de Lis.

Comenzó a acariciarle los labios con los dedos para luego hacer lo mismo con sus pechos. Ella empezó a acariciarle la entrepierna, le sacó el miembro de los pantalones y le masturbaba mientras él le daba pequeños azotes. Dimitri agarró a Lis por la nuca y fue empujándola hacia su miembro poco a poco para acabar introduciéndoselo en la boca sin dejar de apartar su mano para atsi poder llevarle el ritmo. Su boca subía y bajaba lentamente, llegando hasta el fondo de la garganta y demorándose en la puta con la lengua. Al cabo del rato Dimitri hizo que se levantara, la puso frete a él, le metió las manos por debajo de la falda y le quitó el escueto tanga que estaba totalmente empapado. Lo apartó a un lado, se bajó los pantalones y le hizo un gesto a Lis para que se sentara encima de él. Ella le agarró el miembro, lo dirigió hacia el suyo y sentándose lo introdujo en su interior. Los dos se besaban y movían frenéticamente, gemían salvajemente…

En ese momento de pasión apareció Alex como consecuencia al sms que había recibido de su amigo. Se acercó y se quedó mirando a Lis mientras ésta saltaba encima de Dimitri ajena a todo.

- Veo que te has conseguido una buena tía – le dijo Alex

Lis se sobresaltó al oír una voz tras de sí pero al momento le dio igual pues estaba demasiado cómoda y borracha como para darle importancia.

- Yo acabo enseguida. ¿Te apetece probarla?

- Ufff.....… viendo como se mueve me encantaría.

Alex se sentó en el otro lado del banco y comenzó a masturbarse mientras los miraba.

Dimitri comenzó a gemir y llegó al orgasmo. Lis se levantó y se quedó mirando a Alex atontada.

- Vamos preciosa no le hagas esperar – la alentó Dimitri.

Y Lis obedeció.

Fin del capítulo 59


martes, 9 de agosto de 2011

CAPÍTULO 58: ENCUENTRO

Era sábado por la mañana y Lis había quedado al fin con sus amigas para ponerlas al día y contarles los planes que tenía para la noche. Lis tuvo que soportar las quejas de sus amigas ante la “ruptura” con Derek pues le prefería a él mil veces. Pero al final aceptaron su decisión a regañadientes y también acompañarla en el bar hasta que Dimitri apareciera.

Cuando todo estuvo decidido Lis se marchó a casa a comer. La tarde paso lenta y tediosa como si la noche nunca quisiera llegar. Todavía quedaban tres horas para salir de casa pero Lis decidió que empezaría a arreglarse lentamente pues no podía esperar más tiempo sin hacer nada.

Tras mucho pensar y darle vueltas al armario escogió un vestido ajustado blanco con escote en pico y una falda que le cubría hasta un palmo por encima de la rodilla. Para calzarse se había decantado por unos zapatos de tacón alto blancos con plataforma delantera. Su larga cabellara roja caía libremente como una cascada sobre su espalda.

El sonido del timbre marcó el final de la dichosa espera. Abrió la puerta y allí estaban sus amigas. Una vez reunidas las tres se dirigieron al bar de la plaza.

Una vez allí fueron a la barra, se pillaron unas cervezas y cogieron sitio en la pista de baile.

Al cabo de una hora los efectos de la bebida comenzaban a notarse pues se habían bebido ya unos cuantos cubatas.

De repente unas manos agarraron a Lis por la cintura y unos labios mordieron juguetonamente su cuello.

Las piernas le temblaron ante aquel roce inesperado. Ella se giró para ver al dueño de esas manos y esos labios. Por fin había llegado.

- Perdonad guapas pero me la llevo – dijo dirigiéndose a las amigas de Lis -. Esta noche es mía.

Dimitri se llevó a Lis al extremo más apartado de la barra. Comenzó a juguetear con un mechón pelirrojo, atrapándolo entre sus dedos. Luego se acercó a ella y la besó. Mientras los dos estaban fundidos en ese beso Dimitri le acariciaba con una mano el culo y con la otra uno de sus pechos. Los dos permanecían ajenos a la gente que tenían a su alrededor y parecía no importarles que les pudieran ver.

El ambiente iba caldeándose cada vez más y los tocamientos se intensificaban.

Ella le agarraba del paquete mientras le mordía el cuello y él acariciaba sus pechos y su sexo simultáneamente.

- Me encanta que te pongas tan caliente cuando estás conmigo.

Lis no podía contestar, su mente estaba saturada entre el alcohol que había ingerido mientras le esperaba y la excitación.

- Ven, vamos al parque que hay aquí al lado y así te doy lo tuyo…

Fin del capítulo 58

lunes, 8 de agosto de 2011

CAPÍTULO 57: ¿QUEDAMOS?

Lo acaecido aquella tarde había hecho que ha Dimitri se le hubiera vuelto a despertar el interés por Lis. No sabía si seguía liada con ese melenudo estúpido y le importaba muy poco. Para él todos los demás hombres eran inferiores. Estaba convencido de que Lis no sería capaz de resistirse a él. Dimitri podía acostarse con cualquier mujer con apenas cruzar unas palabras pues tenia labia y si eso no era suficiente su físico hacía el resto. Pero Lis era diferente. Le hacía gracia. Ver como una chica estaba tan pillada era toda una aventura para él y por ello no estaba dispuesto a que la diversión acabase tan pronto.

Lis llevaba unos días un tanto extraña. No salía de casa excepto para ir a clase o para cumplir con sus obligaciones y sus amigas no sabían apenas nada de su vida actual pues no quedaba con ella y cuando se veían en el colegio apenas cruzaban unas pocas palabras. A pesar de ello sus amigas se olían algo pues veían que Lis y Derek apenas se miraban y guardaban las distancias entre ellos.

La mente de Lis era un cúmulo de pensamientos y sentimientos inconexos y contradictorios. Por una parte la despedida definitiva con Derek y el extraño sentimiento de tristeza pero a la vez de despreocupación. Por otro lado el deseo irracional de volver a ver a Dimitri aun cuando la había hecho pasar por situaciones que habían resultado embarazosas para ella.

Últimamente había perdido las ganas de salir con sus amigas, de disfrutar con ellas. Sólo le apetecía quedarse en casa. Se pasaba las tardes leyendo o viendo la televisión y en ello estaba cuando su móvil sonó.

- ¿Si?

- Hola preciosa. ¿Me has echado de menos?

- Si… - Lis se sonrojo al decir aquellas palabras aun estando al otro lado del teléfono.

- Bien, bien… así me gusta.

- ¿Para que me llamas?

- Pues mira es que estaba aquí tirado en mi cama y se me ha ocurrido que porqué no quedábamos este sábado por la noche a tomar algo.

Esa era la oportunidad que Lis había estado esperando. Quería verle y ¿Qué mejor que ir a tomar algo un sábado por la noche?

- Está bien.

- Perfecto preciosa. Acude cuando quieras al bar que hay en la plaza España. Allí estaré, esperándote.

Y sin dar opción a decir nada más colgó.

Tan sólo quedaban un par de días para el sábado y los nervios de Lis ya empezaban a hacerse patentes.

Sin embargo Dimitri estaba de lo más tranquilo. Ya tenía preparada la sorpresa que iba a darle a Lis y estaba completamente seguro de que iba a pasárselo muy bien.

Fin del capítulo 57

domingo, 7 de agosto de 2011

CAPÍTULO 56: LA TARDE DE DIMITRI (CONTINUACIÓN)



Los dos amigos miraron ensimismados cómo la chica les incitaba a que se acercaran a su cama.

Dimitri tomó la iniciativa. Se aproximó a la cama, se posó de rodillas y comenzó a comerle el coño. La humedad de su sexo mojaba las sábanas. Alex observaba la escena mientras se masturbaba.

Cuando Dimitri se cansó del sexo oral ordenó a la chica que se pusiera a cuatro patas.

- También le vas a dar placer a mi amigo. Abre la boca.

Después de pronunciar esas palabras Dimitri se coló detrás de la chica y la penetró tan fuerte que a ésta se le escapó un grito. Mientras él se movía frenéticamente detrás de ella, Alex se acercó al borde de la cama y le introdujo el miembro en la boca. Ella casi no tenía que hacer nada pues con los empujones que le metía Dimitri la polla de su amigo entraba y salía sin esfuerzo alguno pero se dedicó a darle vueltas a su glande con la lengua mientras su miembro se movía en su boca.

Al rato cambiaron las posiciones. Una fina capa de sudor perlaba sus cuerpos pero ninguno de los tres parecía cansados.

Alex le daba algún que otro azote mientras la penetraba y Dimitri le follaba la boca sin perder el ritmo del compañero.

- Joder tío voy a correrme ya, esta zorra la chupa como nadie.

En ese momento Alex dejó de follársela, la agarro del pelo y tiró hacia atrás, obligándola a erguirse y a dejar de chupársela a Dimitri.

- Adelante tío córrete donde quieras.

Dimitri miró a la chica. Ésta estaba de rodillas en la cama, el sudor se hacía visible en su broncíneo cuerpo. Sus pezones todavía seguían erectos y algunos negros mechones de su pelo caían desordenadamente por su pecho.

Dimitri hizo que la chica le pajeara y cuando estaba a punto de expulsar su orgasmo le apartó la mano, se inclinó un poco hacia atrás y descargó todo sobre las tetas de la chica. Alex hizo lo mismo.

Una vez yacidos los dos chicos recogieron su ropa, se vistieron y dejaron allí a la muchacha que permanecía tendida en la cama y cubierta con sus orgasmos.

Salieron de la casa y Alex llevó a Dimitri a la suya. El tiempo había pasado muy rápido y ya era hora de cenar. Los dos amigos se despidieron y Alex se fue con el coche. Dimitri entró en casa, cenó lo primero que pillo por el frigorífico, cogió una cerveza y se fue a su cuarto. Mientras estaba tirado en la cama pensaba en lo que había pasado aquella tarde y en por qué no llamar a Lis para hacerlo con ella la próxima vez.

Fin del capítulo 56

martes, 2 de agosto de 2011

CAPÍTULO 55: LA TARDE DE DIMITRI



Para Dimitri la tarde había sido muy entretenida. Sin nada de llantos ni despedidas. Todo lo contrario. La conversación que había mantenido con Lis la noche pasada le había inquietado muy poco. Estaba seguro de que la tendría cuando quisiera, que no era capaz de resistirse a él, así que no estaba preocupado ni lo más mínimo.

Después de comer había ido a tomar un café con uno de sus amigos, Alex. Después de estar varias horas charlando a su amigo se le ocurrió una idea.

- Oye Dimitri ¿tienes ganas de follar? Porque conocía ayer a una morenaza al a que no le importaría que fuésemos a hacerle un trabajito…

- Por mí estupendo tío. No me vendría mal una buena mamada – contestó con una sonrisa en los labios y una mano apretándose el paquete.

- Entonces de puta madre. La voy a llamar – salió del bar y tras unas breves palabras le hizo un gesto a Dimitri para que saliera -. Todo listo. Nos vamos.

Los dos se montaron en el coche y se dirigieron a la casa de la chica. Una vez allí aparcaron enfrente de la puerta y llamaron al timbre. Tras unos minutos de espera la puerta se abrió y Dimitri puedo conocer el aspecto de la joven.

Apareció ante ellos vestida únicamente con una bata de raso rosa adornada con una pequeña puntilla blanca en los bordes. La chica era de piel blanca, labios rosados y melena negra, la cual, le caía por los hombros hasta la mitad de la espalda. Iba descalza y la bata era tan corta que apenas alcanzaba para taparle el culo.

- Adelante chicos – dijo con voz sugerente.

Después de aquella invitación la chica los llevó a su habitación y se despojó de la bata dejando a la vista su cuerpo desnudo. Sus pechos eran grandes y firmes con unos pezones sonrosados y erectos. En su abdomen llevaba tatuadas dos pequeñas estrellas de color negro. Su sexo se podía contemplar enteramente pues lo tenía rasurado por completo.

Ellos no se movían, se limitaban a contemplarla. Por ello, ella se acercó, se colocó frente a Dimitri y comenzó a besarle mientras le acariciaba el bulto de su entrepierna. Le quitó la camiseta y la tiró a una silla cercana. Luego se dirigió a su amigo y realizo la misma operación pero a este también le quitó los pantalones. Volvió con Dimitri. Le quitó los pantalones y se puso de rodillas. Con la puta de su lengua lamió suavemente su miembro mojando así sus boxers azules. Ayudándose con los dientes les bajó los calzoncillos.

Mientras a uno le comía el miembro a otro le masturbaba e iba cambiando cuando se cansaba. Ellos le metían la polla hasta tocarle el fondo de la garganta por lo que de vez en cuando brotaba alguna lágrima de sus ojos. Pero le encantaba.

Al rato paró, se sentó en su cama y se abrió de piernas, invitándoles…

Fin del capítulo 55