Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

miércoles, 28 de abril de 2010

CAPÍTULO 16: LA SORPRESA


Dimitri se separó de ella y salió de la cama. Se acercó al armario que había junto a la puerta de entrada.

Lis le miraba con curiosidad. ¿Qué estaba buscando? ¿Por qué le dejaba así? Empezó a enfurecerse ¡Quería seguir!

Cuando encontró lo que quería, Dimitri se giró para que Lis viera lo que tenía entre las manos.

Mostraba una cara de satisfacción enorme. Su boca mostraba una media sonrisa picarona y sus ojos estaban clavados en Lis.

Ésta se quedo boquiabierta. Lo que Dimitri sostenía hizo que todavía se sintiera mas juguetona y que todo atisbo de enfado se desvaneciera.

Y es que la sorpresa era…

Unas esposas recubiertas con terciopelo negro.

Dimitri se acercó a la cama, tomó las muñecas de Lis y las ató al cabecero.

Se puso encima de ella y comenzó a introducirle dos dedos fuertemente para que llegaran hasta el fondo.

- Qué húmeda estas preciosa – Dimitri hablaba con una voz ronca-, se me hace la boca agua.

Y dicho esto sacó los dedos del interior de Lis y se los llevó a la boca.

- Está delicioso, no puedo esperar más.

Dimitri introdujo su lengua en Lis hasta que gritó de placer.

- Quiero que te corras como una fuente – Dimitri movía los dedos y la lengua cada vez más rápido.

Lis no tardó mucho en complacerle. No aguantaba más. Oía como él sorbía mientras lanzaba pequeños gemidos.

- Ummm… todo para mí…

Luego le soltó las muñecas, le dio la vuelta y comenzó a penetrarla por etrás mientras la azotaba de vez en cuando.

Al poco tiempo Dimitri terminó.

Los dos quedaron exhaustos, cubiertos de una fina capa de sudor y tirados en la cama el uno junto al otro.

Fin del capítulo 16

martes, 27 de abril de 2010

CAPÍTULO 15: EN ACCIÓN

Metió suavemente sus manos por debajo de su camiseta y suavemente se la sacó por la cabeza con un rápido movimiento.

Llevaba un sujetador negro con el dibujo de un gato blanco en la copa izquierda. Pero a Dimitri no le dio tiempo a percatarse del os detalles ya que no tardó mucho en quitárselo.

Luego volvió a ponerse encima de ella y le quitó los pantalones y la ropa interior.

Tras deleitarse un momento viendo a Lis ahí, tirada en su cama, le hizo un gesto para que le despojara de sus calzoncillos, de modo que los dos se quedaron desnudos.

Dimitri agarró a Lis por la nuca y llevó su cabeza hacia su miembro para que se lo introdujera en la boca. Él le llevaba el ritmo de su boca controlándole los movimientos de la cabeza con la mano.

Sus ojos estaban cerrados y su boca entreabierta, cada vez más excitado.

Lis meneaba la cabeza rápidamente. Mientras el miembro salía y entraba de su boca, su lengua se movía en círculos alrededor del glande y con su mano rozaba la piel tensa y húmeda cada vez que se la sacaba de la boca.

Eso pareció gustarle a Dimitri ya que cada vez las embestidas eran más fuertes y más profundas. A Lis le lloraban los ojos cada vez que la punta del pene le tocaba el fondo de la garganta pero eso no le suponía problema alguno. Al contario. Le encantaba.

- Para preciosa que ya no aguanto más- le ordenó Dimitri.

Lis obedeció y se tumbo en la cama frente a él.

Dimitri le separó las piernas sin ningún miramiento. Se abalanzó contra ella y la besó presionando fuertemente sus labios con los de ella.

En ese momento Lis notó como la penetraba.

El miembro estaba duro, caliente y cada roce con su sexo le hacía explotar de placer. Él comenzó a mordisquear sus pequeños pezones, lo que provocó que Lis soltara un grito ahogado de placer.

- Ummm… veo que te gusta preciosa pero… tengo una última sorpresa para ti antes de que te vayas.

Fin del capítulo 15

lunes, 26 de abril de 2010

CAPÍTULO 14: ALLÍ

Dimitri se recostó sobre el marco de la puerta. Sólo llevaba puesto unos bóxers muy ajustados de color negro que le hacía desearle muchísimo más.

La luz de la luna iluminaba su torso desnudo que parecía esculpido por el mismísimo Miguel Ángel.

Su mirada era tan penetrante que parecía que sus ojos verdes la estaban desnudando con la mirada.

Dimitri le pasó un brazo a Lis por la cintura y la atrajo hacia él con fuerza para darle un apasionado beso.

Cuando separó su boca de la de ella dijo con una sonrisa en sus labios:

-¿Quieres entrar?

-¿Tú qué crees?

Y acto seguido empujó a Dimitri dentro de la casa.

-¿Y ese ímpetu? ¿Tienes ganas de mi o qué? – Dijo Dimitri con voz juguetona.

Pero solo obtuvo por respuesta un beso que casi le dejó sin respiración.

Lis no sabía que le estaba pasando. Sentía como si por sus venas corriera fuego líquido. Una pasión incontrolable le había arrebatado el control de s cuerpo.

-¿Dónde está tu cama?

Dimitri parecía sorprendido pero muy satisfecho por la pasión de Lis. Sin más demora la guio a través del pasillo hasta su cuarto.

Dimitri pasó a dominar la situación.

Agarró a Lis por los hombros y la tiró sobre la cama. Se puso encima de ella y comenzó a besarla apasionadamente mientras ella empezaba a notar cómo algo duro hacía presión contra su abdomen.

Luego con un pequeño empujón se deslizó debajo de ella para colocarla encima.

Le encantaba tenerla así, sentada encima de él para que notara lo excitado que estaba, mientras le tocaba los pechos y ella le besaba y mordía el cuello.

Después de llevar un rato así, Dimitri decidió empezar a jugar de verdad.

Fin del capítulo 14

miércoles, 21 de abril de 2010

CAPÍTULO 13: SALIR DE CASA

Lis se quedó petrificada con el móvil en la mano. Esa voz…

-Ho...Hola- casi no podía articular palabra.

-He estado pensando que quizás te apetecería ir a dar una vuelta conmigo esta noche – Dimitri intentaba poner su voz más sensual y convincente.

¿Qué hago? ¿Voy o no voy? Tengo muchas ganas de ir pero… ¡Qué vergüenza! Pero si no lo hago me arrepentiré…

-Oye preciosa ¿Estás ahí?

-Sí lo siento. Sí, quiero ir.

-¿A qué hora quedamos?

-Pues, no se… En cuanto se duerman mis padres y me pueda escapar.

-Entonces te espero en mi casa. Es el nº3. En la calle Mayor. Estoy muy impaciente por volver a estar a solas contigo.

Y entonces colgó.

Lis se quedó muy quieta, todavía con el teléfono móvil en la oreja.

Cuando oyó que sus padres subían a la cama reacciono.

Se metió apresuradamente en la cama, apagó la luz y se abrió completamente con el edredón. Su madre abrió la puerta, se acercó a la cama de Lis, le dio un beso en la frente y se marcho.

Lis se quedó mirando fijamente al techo. Se preguntaba qué se pondría y cómo le esperaría él. Cuando pensó que ya había pasado el tiempo suficiente y que sus padres ya estaría completamente dormidos.

Se levantó lo más sigilosamente posible, abrió el armario y cogió unos vaqueros negros y una camiseta de color rojo con un pronunciado escote. Se calzó unas deportivas y salió de su cuarto. Todo estaba en silencio. Bajó las escaleras muy lentamente intentando no hacer ruido y llego a la puerta de salida. Esperó un poco más para cerciorarse de que todo estaba tranquilo y que sus padres seguía durmiendo. Una vez segura de ello abrió la puerta lentamente y se marchó.

Intentó no alterarse demasiado por la emoción que le suponía quedar a solas con Dimitri.

Después de andar un buen trecho llegó a su destino. Se quedo mirando fijamente la entrada, con la mano en el timbre. Al final reunió el valor que necesitaba y llamó al timbre.

Unos segundos más tarde, Dimitri abrió la puerta.


Fin del capítulo 13

martes, 20 de abril de 2010

CAPÍTULO 12: DIMITRI

Dimitri estaba tirado en la cama. No le apetecía hacer nada. El cuarto estaba totalmente dominado por la oscuridad. Todo en silencio.

Aunque todo estuviera en aparente calma no era así. No dejaba de darle vueltas a la cabeza. Esa chica de cabellos pelirrojos le atormentaba. No podía dejar de pensar en ella ni por un momento.

Cada vez que recordaba cómo había conseguido engatusarla y conducirla a aquel claro en el que la había tenido toda para él. Pero… no estaba satisfecho.

Quería hacerla suya por completo. Eso era lo que no le dejaba tranquilo. Ansiaba tenerla desnuda ante sí. Notar cómo se retorcería de placer cada vez que él la embistiera…

La reacción de su cuerpo ante esas imágenes que se formaban poco a poco en su cabeza no se hizo esperar.

Su piel comenzó a cubrirse por una fina capa de sudor. Su respiración era cada vez mas y mas rápida.

Tenía que quitarse esa tensión como fuera… Su miembro le apretaba muy fuerte contra los pantalones, intentado salir de allí a toda costa.

Cuando ya no lo soportaba más, se desabrochó el botón de los pantalones, se bajó la cremallera y lo liberó.

Comenzó a frotársela rápidamente, con los ojos cerrados e imaginándose a Lis ante él, vestida con un corsé negro y un tanga a juego, mirándole con lujuria, acercándose a él…

Y en ese momento notó como un líquido caliente le resbalaba por la mano, pero…

No estaba satisfecho.

Quería que Lis estuviera con él, para no tener que imaginarse nada.

Después de pensarlo un momento, estiró el brazo hacia la mesilla, cogió el móvil y marcó.

-¿Si? ¿Quién es?

-Hola preciosa. ¿Me has echado de menos?


Fin del capítulo 12

lunes, 19 de abril de 2010

CAPÍTULO 11: LA APARIENCIA DEL NUEVO

No tenía palabras. Se había quedado muerta de la sorpresa. Ahora ya entendía por que todas las tías estaban tan emocionadas con el nuevo. Era comprensible.

El chico era alto. El flequillo le caía un poco por los ojos y la lacia melena le tapaba los hombros. Sus ojos eran de un color marrón chocolate pero cuando les daba el sol que entraba por la ventana parecían dorados ya que se aclaraban.

Era guapísimo. Las proporciones de su cara eran perfectas. Tenía los labios finos pero a la vez lo suficientemente carnosos para que te dieran ganas de besarlos.

Además estaba buenísimo. La camiseta ajustada que levaba dejaba adivinar su pecho escultural. Y los vaqueros le hacían un culo que quitaba el hipo.

Lis estaba alucinada. Se había convertido en otra tía más que babeaba cuando le miraba.

Cuando logró reaccionar empezó a escuchar lo que decía.

-Hola a todos, me llamo Derek- parecía que tenía vergüenza-. Antes de venir aquí, vivía en Inglaterra. Mis padres son de allí.

Cuando terminó esa pequeña presentación volvió a sentarse en su sitio.

A sí que ese era su nombre. Derek.

Sonó la campana.

Todos se levantaron al unísono y salieron casi corriendo de clase.

Solo quedaron en clase Marta, Bea y Lis que tras unos momentos de contemplar al nuevo también se fueron.

Derek se quedó mirándolas. Eran todas guapísimas pero… ¿Quién será esa pelirroja?

Y después de cercenar ese repentino interés también abandono la clase.


Fin del capítulo 11

viernes, 16 de abril de 2010

CAPÍTULO 10: EL CHICO NUEVO

Cuando llegaron a la puerta de su clase había un revuelo impresionante. Todas las chicas estaban emocionadas, dando saltitos estúpidos hablando entre ellas, casi chillando. ¿Tanto revuelo armaba el chico nuevo? Seguro que no era para tanto.

Se abrieron paso a empujones. Cada una de ellas fue a su sitio. Lis ni siquiera miró a su alrededor. No creía que fuera tan estupendo. Saco los libros, el cuaderno y el estuche y los coloco ordenadamente en la mesa. Una vez dispuesto todo miro hacia delante. Todas las chicas estaban mirando hacia el pupitre situado en la esquina de la primera fila, pegado a la pared.

No podía verle la cara desde su posición, ya que ella se sentaba en el pupitre del fondo. Desde allí solo sabía que tenía el pelo negro, liso y le caía sobre los hombros ya que lo llevaba un poco largo. Parecía que era de constitución fuerte ya que tenía los brazos musculosos y la espalda ancha. Vestía con una camiseta negra ajustada y unos vaqueros azul oscuro.

El profesor de biología entró, llamo al orden a la clase y comenzó a dar la materia prevista para ese día.

Ninguna de las chicas le hacía caso. Estaban todas cuchicheando y lanzándole miraditas al chico nuevo.

¿Tan guapo era? ¿Tanto atractivo tenía? Lis no lo creía pero incluso sus amigas estaban embobadas con él.

Cuando quedaban cinco minutos de clase, el profesor se sentó en la silla y lanzó una rápida mirada a la clase.

-Bueno chicos. Ya veo que no os a pasado inadvertido – dijo señalando con el dedo al chico nuevo - , así que os lo voy a presentar. Espero que le aceptéis e intentéis hacerle un hueco en este instituto. Por favor- le pidió señalando con la mano hacia la pizarra-, sal y preséntate delante de todos tus compañeros. Y vosotros guardad silencio y prestarle atención.

El chico parecía dudoso. Quizás fuera vergonzoso. Al final se levanto y se puso delante de la pizarra con las manos metidas en los bolsillos.

A todas las chicas se les caía la baba. Estaban todas con la boca abierta y los ojos abiertos como platos. ¡Casi se les salían de sus órbitas!

Y lis no se podía creer lo que estaba viendo.

Fin del capítulo 10

jueves, 15 de abril de 2010

CAPÍTULO 9: NOTICIA

Lis se quedó paralizada, con el móvil en la mano. Tenía la mirada fija en el teléfono pero en realidad no veía nada. Estaba alucinada. Era de él. ¡Qué emoción!

La sorpresa dio paso a la emoción. Comenzó a saltar como una loca por todas partes. Le daba igual que sus padres pudieran oírla desde la cocina.

Al final, después de tanto saltar de alegría se dejó caer en la cama. Estaba destrozada. Después de llevar toda la tarde cotilleando con sus amigas y todos los saltos que había dado después de leer el sms estaba muy cansada.

En el momento en el que su cabeza rozó la almohada se quedó dormida como un tronco.

7:30 de la mañana.

Después de apagar el despertador, Lis se vistió y bajo a desayudar, aunque no es que tuviera mucha hambre.

Los nervios que la atenazaban por dentro le había cerrado la entrada del estómago, por lo que sólo se comió dos galletas y se bebió un vaso de zumo.

8:00

Cuando Lis llegó a la entrada del instituto, Bea y Marta ya estaban allí. Sin darle tiempo siquiera a decirles hola, Marta empezó a decir:

-¡No te puedes imaginar lo que ha pasado!

Tú sí que no sabes lo que ha pasado pensó Lis.

-No, no sé lo que ha pasado pero por tu efusividad tiene que ser algo bueno ¿no?- No tenía ni idea de lo que podía ser.

-¡Viene un chico nuevo a clase! - Marta estaba emocionadísima.

¡No! No me digas que es Dimitri pensó Lis.

-Tranquila Lis no es Dimitri – Sentenció Bea que se había dado cuenta de la cara que se le había quedado a Lis.

-¡Ojala! Pero no tendremos tanta suerte de que sea un chico tan guapo como él-Marta había impregnado su voz con un cierto toque de amargura y decepción.

-Bueno, pues habrá que entrar a clase y averiguarlo.

Y dicho esto, las tres amigas entraron en el instituto decididas a conocer al chico nuevo.

Fin del capítulo 9

miércoles, 14 de abril de 2010

CAPÍTULO 8: EL MENSAJE

Lis se acomodó en su colchoneta. Se sentó con las piernas cruzadas y estrechó la almohada contra su pecho.

Estaba muy nerviosa. Iba a contarles a sus amigas el rato tan maravilloso que había pasado con Dimitri. Donde fueron, que hicieron... ¡Estaba tan exaltada que hasta le sudaban las manos!

Cuando logró calmarse empezó. Les contó como había estado a punto de irse, como la agarró por la cintura, lo que le había tocado y lamido...

Solo de pensarlo se estremecía.

Sus amigas estaban flipadas. Siempre se juntaban a cotillear sobre tíos. Sobre lo que sería poder liarse con uno que estuviera bien bueno y poder tocar su cuerpo perfecto. Y resulta que va Lis y lo consigue.

-¡Dios Lis que suerte tienes!- Se lamentaba Marta.

-¿Y has quedado con él otro día?

-Pues la verdad es que no. Ya os he contado que cuando le sonó el móvil se fue sin decir nada- Lis no se había dado cuenta de que ni siquiera tenía su móvil para llamarle o simplemente mandarle un sms.

-Eso no puede ser. Tienes que conseguir su número como sea.

-Marta tiene razón. No puedes dejar que un mazizorro como él se te escape así como así.

-Vale, vale peor no me mordáis - decía Lis con las manos en alto-. Mañana en clase intentaré conseguir su teléfono.

-Lo intentarás no. ¡Lo harás!- Afirmó Marta de una manera tan contundente que parecía que su vida dependiera de ello.

-Vale.

-Bueno pues nosotras nos vamos. Que ya es hora de cenar y mañana hay clase. Uff... levantarte a las 7:00... ¡Qué horror! - Bea tan responsable como siempre.

Las dos chicas ayudaron a Lis a recoger las colchonetas, almohadas y restos de comida que quedaban. Una vez limpio todo se fueron cada una a su casa.

Después de cenar, Lis se subió pronto a su cuarto. Quería escuchar un poco de múscia antes de acostarse.
Cuando desbloqueó el móvil vio que tenía un mensaje.

¿A estas horas? ¿Quién sería?

-Seguro que es alguna de estas - pensó Lis-, se habrán olvidado algo.

Pero estaba equivocada.

El sms decía así:

Hola preciosa. ¿Te gustó lo del sábado? Espero que te hayas quedado con ganas de mí. Todavía no he terminado contigo. Me quedan muchas cosas aún por hacerte. =P

Fin del capítulo ocho

martes, 13 de abril de 2010

CAPÍTULO 7: LA HISTORIA DE BEA

5:30 de la tarde.

Las tres amigas habían llegado a la hora acordada. Tenían muchas ganas de poner en común sus experiencias de la noche anterior.

Habían preparado palomitas y refrescos para merendar. Estaban sentadas en el suelo. Lis había apartado la cama y extendido unas colchonetas y unas almohadas para que ella y sus amigas pudieran charlar cómodamente. Era una especie de fiesta de pijamas.

Marta no tenía mucho que contar. Se había pasado toda la noche de un lado para otro, recibiendo felicitaciones, tirones de orejas, besos, abrazos… Al fin y al cabo era su fiesta. No podría haberse escabullido con nadie ni aunque hubiera querido. La anfitriona nunca podía abandonar su propia fiesta. Pero eso no le había importado lo más mínimo. Se lo había pasado en grande.

Ahora era el turno de que contaran su noche las dos “desaparecidas”.

-Bueno Bea… ya es hora de que nos cuentes lo que pasó con David ¿no?- Marta no podía esperar más. Estaba ávida de cotilleos.

-Es que… me da mucha vergüenza…

-¡No hay peros que valgan! Venga tía, que estamos entre amigas.

Bea acabó cediendo. David se le había acercado por detrás mientras ella estaba hablando con Marta. Le había hablando al oído y del susto casi tiró la cerveza que llevaba en la mano.

-¿Vienes a dar una vuelta conmigo?-Recordaba que le había preguntado.

Ella tímida como siempre ni siquiera le contestó. Simplemente le cogió de la mano y se dejó llevar.

Estuvieron un rato hablando de cosas triviales y sin importancia hasta que se lanzó.

David besaba muy bien. Era un beso que mezclaba una dulzura muy romántica con una pasión animal desenfrenada. Le encantó. Aunque estaba un poco asustada. Sólo había estado con chicos más bien paraditos. En definitiva, lo único que había hecho con un chico fue besarlo. Nada más. Siempre le hubiera gustado hacer algo más pero no sabía cómo abordar el tema.

Pero con el no hizo falta decir nada.

Mientras la besaba, bajó sus manos a los pechos de Bea. Abría y cerraba las manos lentamente, sopesándolas, cubriéndolas bien para no dejarse un milímetro de su cuerpo sin cubrir.

Bea pensaba que bajaría más la mano pero no lo hizo. David no era así. Le gustaba meterle mano a las chicas, pero no podía llegar muy lejos sin tener una cierta confianza.

-¿Extraño verdad?-Se sonrió Bea.

-Raro cariño, muy raro- contestó Marta con una risita-. Ahora te toca a ti Lis.


Fin del capítulo 7

CAPÍTULO 6: EL FIN DE LA FIESTA

Entró a la casa de Marta por la puerta trasera. El contraste entre el frío que hacía fuera y el calor sofocante que había dentro de la casa a Lis le dio un escalofrío.

No sabía cuánto tiempo había estado fuera con Dimitri. ¿Media hora?, ¿Una hora? No tenía ni idea, pero la fiesta no había decaído ni un poco.

La música sonaba sin parar. Un grupo de chicos y chicas bailaban como locas en medio del salón. Otros estaban charlando animadamente, fumando, bebiendo…, otros dándose el lote en las esquinas intentando esconderse, y los más atrevidos se lo daban en medio de la casa, expuestos a los ojos de todos. Algunos estaba ya tirados en el suelo, borrachos como una cuba sin saber siquiera donde estaban.

En definitiva, un ambiente estupendo.

-¡Lis! ¡Estamos aquí!- Gritó Marta desde la otra punta del salón.

¡Cuánta gente había! Casi no podía avanzar. Le costó mucho llegar hasta Marta.

-¿Y Bea?- Pregunto Lis cuando consiguió llegar hasta ella.

-¡Se ha ido con David! – Marta estaba emocionada. Bea era muy tímida y no solía separarse de ellas.

-Eso es genial-una sonrisa le afloro en la cara-. Ya era hora de que le pasara algo así.

-Sí, si… pero ahora…

La cara y el tono de voz con el que Marta le había dicho eso le daba miedo. Se tendría que preparar para el interrogatorio.

-¡Oh, no, no, no!-Tenía que intentar posponer la marabunta de preguntas a la que iba a ser sometida.

-¡Oh, sí, sí , sí!- Marta estaba eufórica.

-No… Ya te lo contaré cuando esté Bea que sino luego tengo que contarlo varias veces y me rayo-esperaba que con esa escusa fuera suficiente-. ¿De acuerdo?

-Grr… ¡Esta bien!- Marta no parecía muy satisfecha con la respuesta-. ¿Pero mañana quedamos sin falta eh?

-Vale, vale, no me mates.-Dije mientras me echaba unas risas.

En esto que apareció Bea de la mano de David. Se dio cuenta de que Bea miraba a sus amigas. Querría irse con ellas. Llevaba un buen rato con él. Así que le pasó el brazo por la cintura, la estrechó contra su cuerpo y le dio un morreo delante de todo el mundo antes de irse con su cuadrilla. Bea enrojeció.

-Bueno Bea..¿Bien eh?- Preguntó Marta con voz intrigante.

-Ya os contaré ya- Bea se sonrojó muchísimo-. ¿Quedamos mañana y hablamos?

-¡Genial!- Exclamo marta entusiasmada.

-¿A las 5:30 en mi casa?- Propuso Lis.


Fin del capítulo 6

lunes, 12 de abril de 2010

CAPÍTULO 5: LA INTERRUPCIÓN

Y dicho eso comienza a mover los dedos intensamente. De arriba abajo, en círculos…

Lis está extasiada. Dimitri le hacía disfrutar como ninguno lo había conseguido antes. Sentía que su cuerpo se convulsionaba de placer cada vez que él le metía los dedos hasta el fondo.

-No…pares…oh…-Lis casi no podía articular palabra.

-No pensaba hacerlo preciosa.

Sin sacar los dedos de su interior, dirigió la punta de la lengua hacia su clítoris. Movía la lengua en círculos, notando como se humedecía cada vez más. En ese momento sacó lo dedos de su sexo e introdujo la lengua, moviéndola en todas las direcciones haciendo que Lis perdiera hasta la noción del tiempo. Estaba totalmente concentrada en él.

Y justo cuando Lis estaba a punto de llegar al éxtasis…

¡Bebe, danza, sueña, siente que el viento ha sido hecho para ti…!

Sonó el teléfono.

Lis salió de su ensoñación. Dimitri se levantó y contestó a la llamada. Era Luis. Genial…

-Dime tío ¿Qué pasa?-contestó Dimitri dejando entrever un todo de enfado en la voz.

-Esto…tío… ¿He interrumpido algo?-Luis se dio cuenta del tono con el que su amigo le había contestado.

-Eso ya da igual. ¿Qué coño quieres?

-Nada tío, que es que estos se han largado con sus novias y me he quedado solo. ¿Te vienes a echar unas cervezas a la casa de Marta?-intenta aplacar un poco el enfado de Dimitri con esa proposición.

Dimitri miró a Lis. Estaba tumbada en el suelo, con la melena pelirroja extendida sobre la hierba, con la falda del vestido remangada y sus finas braguitas de encaje empapadas y bajadas a media pierna.

El deseo de mandar a la mierda a Luis, agacharse y hacerla suya era muy fuerte pero… Se guardaría ese placer para más tarde.

-Lo siento preciosa pero tengo que irme. Pero tranquila, volveremos a vernos, te lo aseguro-y dicho esto se arrodilló, le dio un último lametazo en su sexo, se toco el paquete deleitándose con la visión que tenía de Lis ahí tirada y se fue.

Lis se quedo allí sentada, mirando como Dimitri se alejaba cada vez más del claro y se acercaba a la casa de Marta.

Estaba empapada. No había podido llegar al orgasmo por la maldita llamada que había recibido Dimitri.

Se levantó, se subió la ropa interior, se puso bien el vestido y se dirigió hacia la casa de su amiga.

Su historia con él no terminaría allí. De eso estaba segura.


Fin del capítulo 5

CAPÍTULO 4: COMIENZA LA DIVERSIÓN

Empieza a bajar sus manos de las mejillas de Lis, por su cuello, sus hombros…

Cuando los dedos de Dimitri llegan a la comisura de los pechos de Lis se detiene.

Él la mira. Sus ojos de color esmeralda, parecen fuego líquido ante la pasión que los embriaga. Está esperando. Esperando a que Lis le diga o haga algo. Pero ella no puede hablar. Está concentrada en el roce de las yemas de los dedos de él contra su suave piel.

Lis arquea suavemente su cuerpo de modo que uno de sus pechos queda totalmente cubierto por la mano de Dimitri.

Es una invitación muda. Y la reacción de él no se hizo esperar.

Comenzó a recorrer sus pechos, a masajearlos con las palmas de sus manos. Después, dejó de besar sus labios para descender por su cuello, rozando con la punta de la lengua el hueso de su clavícula y… se detiene.

Mira juguetonamente a Lis, para alargar el momento. Para que ella desee que él baje…

-¿Lo estás desando verdad preciosa?-insinúa Dimitri con la voz ronca de la excitación mientras le baja el escote del vestido para dejar al descubierto sus pechos.

Lis como respuesta, sitúa sus manos a cada lado de la cara de Dimitri y le lleva su cabeza hacia sus pechos. No tiene que hacer mucha fuerza ya que él estaba desando hacerlo.

Comienza a deslizar la punta de la lengua por sus pezones. Da vueltas alrededor de ellos, los muerde…

Lis entra en éxtasis. Cada roce de su lengua le produce un placer inexplicable, cada mordisco, cada pellizco…

Comienza a jadear. Es la respuesta involuntaria de su cuerpo ante el placer que Dimitri le proporciona.

-Ummm…. Parece que te gusta ¿verdad?-aleja sus manos de los pechos de Lis para bajarlas a sus caderas-. ¿También te apetece esto verdad?-le levanta la falda y deja al descubierto la ropa interior negra de encaje de ella-. Quiero comprobar que te gusta de verdad…-pasa lentamente dos dedos por entre las pierdas de Lis, palpando sus braguitas.

En ese momento Lis suelta un pequeño gemido. Estaba deseando que Dimitri tocara esa parte de su cuerpo.

-Ya veo que te gusta… ¡Estás empapada!-desliza dos dedos dentro de su ropa interior y se los introduce en la vagina-. Voy a date todo lo que quieres.


Fin del capítulo 4

domingo, 11 de abril de 2010

CAPÍTULO 3: EL ENCUENTRO

Una vez fuera, Lis se queda muy quieta. Empieza a lanzar miradas a su alrededor. Es ya noche cerrada y no hay un atisbo de luz por ninguna parte. La luna llena corona el cielo. Una suave brisa revolotea los largos cabellos pelirrojos de Lis.

Empieza a impacientarse. Allí no hay nadie. El miedo empieza a atenazar sus músculos. Cada vez que hay un nuevo soplo de brisa, el vello de sus brazos se eriza involuntariamente. Pero justo cuando está a punto de darse media vuelta y retroceder sobre sus pasos, unas fuertes manos la sujetan por la cintura.

-Shh… No te asustes preciosa. Soy yo.

Al oír aquella voz, su cuerpo se relajó. Ya no hay miedo. Ya no hay angustia.

-Ven. Te voy a llevar al sitio perfecto en el que podremos estar solos el tiempo que queramos.

Y dicho esto, la coge suavemente de la mano y la dirige hacia un pequeño bosque situado detrás de la casa, pero suficientemente apartado para que nadie les interrumpa.

Lis está muy nerviosa. Le sudan las manos y tiene un fuerte nudo en el estómago.

Llegan a un precioso claro situado en medio del bosque. Está lleno de verónicas y margaritas. La luz de la luna baña todo el claro, de tal forma que les proporciona la luz perfecta.

Dimitri se acerca lentamente hacia Lis. Le acaricia suavemente los hombros, descendiendo con las yemas de sus dedos hasta sus manos y vuelve a subir. Mientras, le da suaves besos en el cuello, rozando suavemente sus labios por su mandíbula. Recorriendo minuciosamente su cuello, desde el lóbulo de la oreja hasta la clavícula.

Lis no sabe qué hacer. Los labios de Dimitri por su cuello le anulan todos sus sentidos. Se siente como una gatita indefensa.

-¿Nos tumbamos en el suelo? Seguro que estamos más cómodos-dice él con una voz suave y sensual.

Lis está tan abrumada que solo consigue hacer un leve movimiento de asentimiento con la cabeza.

Una vez recostados en el suelo, él se coloca al lado de ella, de forma que no haya un solo milímetro de piel que no esté pegada a la suya.

Acerca sus labios al oído de ella y le susurra:

-Llevo deseando estar aquí contigo desde que Marta nos ha presentado.

Y después de decirle esto, le recoge la cara entre las manos y lentamente presiona sus labios contra los de Lis.

-No vas a olvidar lo que va a pasar a continuación preciosa.


Fin del capítulo tres.

sábado, 10 de abril de 2010

CAPÍTULO 2: LA PROPOSICIÓN

-¿Miradas? ¿Qué miradas?

-Vuélvete y compruébalo tú misma-le reta Marta-. Seguro que a él no le importa que tú también le mires.

Y así era. Cuando Lis se volvió y cruzó su mirada con él, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.

El chico estaba apoyado contra la pared con su hombro izquierdo. La miraba intensamente, de arriba abajo. Sin perderse un solo detalle de su pelo, sus labios, su escote…

Cuando Lis se dio cuenta de que Dimitri le estaba mirando el escote se sonrojó. No era algo que le molestara ya que Luis también le había mirado y tocado los pechos. Pero esta vez era diferente. Le daba vergüenza que un chico al que acababa de conocer la desnudara con la mirada.

Pero… a la vez le encontraba un magnetismo impresionante. Aquellos ojos verdes que le miraban intensamente a través de los mechones rubios que le cubrían la cara… Cada vez más sentía una atracción irrefrenable hacia él.

¿Debía abandonarse a esa sensación y dejarse llevar?

-Lis ¿estás con nosotras?-Pregunta Marta rompiendo el hilo de los pensamientos de su amiga.

-¿Eh…? ¿Qué pasa?

-Nada. Que estábamos comentando que Dimitri se te está comiendo con los ojos- Insinúa con voz divertida.

-¡Pero qué decís! Estáis locas.

-Nosotras estaremos locas y todo lo que quieras pero se está acercando.

Antes de que a Lis le diera tiempo a reaccionar y darse la vuelta, se le acercó al oído y le dijo con voz sensual:

-Lis me vuelves loco. Cuanto más te miro más crece mi deseo hacia ti. Me gustaría estar a solas contigo. Si tú también lo deseas, acércate a la parte trasera de la casa en unos cinco minutos. Te espero preciosa.

La vos de ese chico anulaba los cinco sentidos de Lis y el roce de su piel le ponía los pelos de punta.

Cuando Dimitri se alejó, Lis se quedo pensativa durante unos instantes, pero luego decidió que accedería a la petición. No todos los días se ofrece una oportunidad así.

-Chicas me voy. Luego os veo.

Y dicho esto se abrió paso entre la muchedumbre en dirección a la parte trasera de la casa.

-¡Qué suerte tiene esta chica!-Exclama Bea todavía sin dar crédito a lo que acababa de suceder.

-La verdad que si… ¡Estoy deseando que vuelva y nos lo cuente!

-Y yo pero, mientras tanto…vamos a divertirnos nosotras también.

Lis se acerca con pasos vacilantes hacia la puerta que comunica la cocina con el patio trasero. Acerca su mano al pomo de la puerta y se detiene antes de girarlo.

¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Debería dar marcha atrás y volver con mis amigas?

Pero el deseo es más fuerte que el miedo. Gira el pomo, abre la puerta y sale al exterior.

Fin del capítulo dos.

viernes, 9 de abril de 2010

CAPÍTULO 1: EL CHICO MISTERIOSO

Día 1/1/10

7:30 de la tarde.

Me miro al espejo. Es la fiesta de cumpleaños de mi amiga Marta. Va a ser espectacular, y tengo que llevar un modelito a corde a la situación. Pero… ¿Qué me pongo?

Creo que me decantaré por el vestido negro. Si, será perfecto.

-¡Mamá! Me voy al cumpleaños de Marta ¿vale?

-Vale Lis, diviértete.

Después de salir de su casa, Lis pasa a buscar a su amiga Bea, una chica alta y delgada de cabellos rubios y lacios.

-¡Oh dios mío! ¡Estás guapísima!- Exclama Bea al ver a Lis-. Ese vestido negro hace un contraste perfecto con tu melena pelirroja.

-Muchas gracias pero… tú sí que estás estupenda. Esa minifalda te queda de muerte.

-Por cierto… ¿Luis estará allí verdad?

-Si… No le veo desde aquél día… Bueno… ¡Que le den! Pienso disfrutar al máximo toda la noche. No pienso rayarme por él.

-¡Bien dicho Lis!

La verdad es que no me hacía nada de gracia que mi ex novio estuviera en la fiesta, pero claro, Marta es la chica más popular del instituto, es normal que Luis este allí.

Después de llevar un rato caminando, Lis y Bea llegan casa de Marta.

Aquello era una pasada. El porche estaba lleno de gente. La música suena por todas partes y a duras penas logran entrar. Cuando lo consiguen ven a Marta con dos chicos. Cuando las ve, les hace un movimiento con la mano, invitándolas a ir a allí con ellos.

Cuando se acercan los dos chicos se giran. Uno de ellos es Luis. Y… ¿el otro?

-¡Chicas! Ya pensaba que no vendríais. Os presento. Dimitri esta es mi amiga Lis.

Así que ese es su nombre… Dimitri… ¡Es guapísimo!

-Hola, encantada.

-Igualmente preciosa- dice con una sonrisa que deja ver sus dientes blancos y perfectos.

En esos momentos, Marta y Bea empiezan a hablar entre ellas en susurros y a soltar alguna risilla entre frase y frase.

Concluidas las presentaciones, los chicos se van con sus amigos a tomarse unas cervezas, lo que les da la oportunidad a las chicas de quedarse a solas.

-Lis casi se te cae la baba cuando has visto a Dimitri-dice Marta entre risitas.

-¿Y tú de dónde le conoces?

-Es hermanastro de mi amigo Pedro. Su padre se ha acabado de casar con su madre. Parece ser que se fueron de Rusia porque el padre maltrataba a su madre…

-Míralo por el lado positivo.-comenta Bea-, podrás tirarte a un hombre exótico. Seguro que conoce alguna postura desconocida…

-¡Bea! Yo no voy a hacer nada con él. Seguro que ni siquiera se ha fijado en mí cuando Marta nos ha presentado.

-Pues cuando os he presentado no lo sé pero ahora te está lanzando unas miradas…



Fin del capítulo uno.