Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

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jueves, 22 de julio de 2010

CAPÍTULO 32 - FIN DE FIESTA

Alertados por el escándalo que parecía provenir de la entrada del bar, se vistieron y se fueron a ver qué era lo que estaba pasando y porque había tanto alboroto.

Y En frente de la puerta se había formado un círculo de chicos y chicas de entre 17 y 20 años. Todos gritaban y aplaudían para animar y para que el jaleo fuera mayor.

Intrigados, se acercaron a la multitud. Dentro del círculo había una chica morena, con una melena larga que le caía como una cascada por la espalda, vestida con unos pantalones de cuero y una camiseta negra con unas letras rojas escritas en inglés. Y sobre todo, lo más aterrador era su mirada, dura y fría.

En frente de ella había un chico menudo, más bien flacucho, de estos que les miras y te caen mal.

Y no les había casi dado tiempo a procesar la información cuando la chica le dio un puñetazo en toda la cara. El chico cayó de rodillas al suelo y le empezó a sangrar profusamente la nariz.

Viendo el plan que había, Derek decidió acompañar a Lis a su casa.

-Vamos, te acompaño a casa antes de que esto se ponga feo.

-Vale, mejor – le agarró de la cintura y comenzaron a andar.

El trayecto les pareció corto. Querían hablar de tantas cosas…

Cuando llegaron a la casa de Lis estuvieron un rato más sentados en el escalón de entrada, terminando el tema de conversación e intercalaban besos y caricias.

-Creo que debería entrar ya, se ha hecho tarde – dijo Lis apesadumbrada.

-Está bien. Nos vemos.

Si – y le dio un beso a Derek antes de desaparecer por la puerta.

Derek se quedo allí unos segundos, pensando. Le resultaba bastante increíble. Incluso le salía una sonrisa involuntaria de la felicidad que sentía. Y en esto estaba pensando cuando llegó a su casa.

Mañana será otro día y aunque sea peor que hoy lo que importa es pensar en lo vivido, que se superpone a todo lo demás.

Y con esta frase en la mente Derek se sumió en un profundo sueño.

viernes, 16 de julio de 2010

CAPÍTULO 31 - SE OYE BARULLO

Los besos de Derek se volvieron más apasionados y menos delicados. Agarró la cintura de los vaqueros y tiró de ellos con una fuerza para quitárselos y los tiro encima del banco.

Lis se giró y se puso encima y le hizo lo mismo a él. Le levantó la camiseta y le recorrió sus pectorales y sus musculosos brazos con las manos fervientemente. Luego hizo el mismo recorrido con sus labios y su lengua.

-¿Por qué no chupas esto? – dijo con voz pícara mientras se sacaba el miembro del calzoncillo-. Seguro que está más sabroso que mi pecho.

Lis obedeció muy servilmente. Se bajó un poco más, ladeo la cabeza y le complació. Conforme Lis aumentaba la intensidad, Derek que no pudiera levantar la cabeza. Solo le quitaba la mano par dejarla respirar un poco.

-Cómo sigas así voy a terminar enseguida – la excitación impregnaba su voz.

Pero Lis no tenía intención de parar. Cada vez más, más y más deprisa y al final Derek terminó.

Lis se limpió las comisuras de sus labios y se tendió en la hierba junto a él, cara a cara.

-No te relajes. Esto todavía no ha terminado.

Sin darle tiempo a asimilar sus palabras colocó su cabeza entre las piernas de ella y le quitó la ropa interior. Pasa un par de veces suavemente sus dedos índice y corazón por su sexo, esperando a que se humedeciera lo suficiente como para empezar. Cuando estuvo a punto le introdujo los dedos en su interior y luego pasó a estimularla con la boca.

Metiendo y sacando la lengua, pasándola por todo su sexo y deteniéndose en su clítoris, mordiéndolo y chupándolo suavemente.

A Lis le recorría espasmos por todo el cuerpo, vaticinando que el final estaba a punto de terminar. Los que no se esperaba Derek es que terminara así.

Se corrió a chorro, llenando totalmente su boca y lo que no cabía se le escurría por la barbilla hasta el suelo.

-Bua. Nunca había pensado que haría que una chica terminara de esta manera-. Su cara era de asombro total.

Y mientras estaban los dos tirados en la hierba tranquilamente se empezó a oír barullo.

Fin del capítulo 31

miércoles, 14 de julio de 2010

CAPÍTULO 30: DEREK SE ANIMA

La besaba cómo si fuera a perderla para siempre después de esto. Con euforia e impaciencia, pero a la vez con un toque de ternura y sensibilidad. Deslizaba sus manos suavemente por la espalda de Lis hasta llegar a su nuca y luego volvía a bajar.

-¿Nos tumbamos en la hierba? Seguro que estamos más cómodos. Las palabras le salían casi sin fuerza, con el aliento agotado de tanto besarle.

Los dos se recostaron sobre la fría y húmeda hierba. Se besaban sin descanso, separándose sólo unos pocos milímetros para coger aire.

Derek mantenía las manos lejos del cuerpo de Lis.

-¿Tienes miedo de tocarme? – preguntó Lis realmente confusa.

-Sí.

-¿Por qué?

-Porque no quiero que pienses que sólo te quiero para usarte.

-Nunca podría pensar eso de ti. No viendo cómo eres en realidad.

Lis cogió a Derek por la cintura, abrió las piernas y le acerco para que el contacto entre los dos cuerpos fuera completo.

-Quiero que me toques, que me hagas sentir que te atraigo de verdad.

Derek, aunque con manos vacilantes, recorrió el cuerpo de Lis. Su mano izquierda avanzó desde su nuca, por la columna vertebral hasta llegar a su cadera, donde se detuvo. Dudando. Acercó sus dedos hacia el ombligo y con gran destreza desabrochó el botón de los vaqueros. Acarició suavemente la piel que quedaba al descubierto.

-¿No tienes calor? – Derek parecía que se estaba animando.

Lis le respondió con una sonrisa pícara y un mordisco juguetón en el lóbulo de la oreja. Derek metió las manos por dentro de la camiseta y se la quitó sin problemas.

Rozó con sus dedos suavemente la parte de sus pechos que sobresalía del sujetador. Después repitió el mismo recorrido con la punta de la lengua.

Lis empezaba a perder la noción del tiempo, concentrada en lo que él le hacía. Comenzó a respirar entrecortadamente y leves escalofríos le recorrían la piel.

-¿Ya estás así? Relájate. Esto acaba de empezar. Ahora viene lo bueno.

Fin del capítulo 30

jueves, 8 de julio de 2010

CAPÍTULO 29: ¿NOS VAMOS AL FUERA?

Tras andar unos 10 minutos, Lis llegó al bar. En la entrada había unos cuantos chicos que estaban tomando el aire mientras bebía unas cuantas cervezas. Le dieron unos silbidos de aprobación cuando entró por la puerta y luego siguieron con la juerga.

Para Lis ese bar era el sitio más raro en el que había estado. Las paredes eran de color granate, el ambiente era muy escuro y tenía una decoración un poco tétrica. Vamos, todo lo contrario a los bares a los que iba normalmente.

A pesar de todo había muchísima agente, todos vestidos parecidos a ella y sonaba Blood Bound de HammerFall.

http://www.youtube.com/watch?v=88eC9Nd7MnU

Lis se acercó a la barra. Derek estaba poniendo la música tras unos cristales. Le dio unos toquecitos y él levantó la mirada y clavó sus ojos marrones en ella. Una sonrisa se dibujó en su rastro y con leve gesto le indicó que esperara un momento.

Al cabo de unos minutos Derek le dio el relevo a un compañero y se reunió con Lis en la barra.

-¡Has venido! - le dijo con una gran alegría.

-Claro - afirmo ella con una sonrisa enorme - te dijo que lo haría.

-Ven, vamos a tomar el aire un rato, el ambiente está un poco cargado y detrás del bar hay un parque estupendo.

- Perfecto.

Derek agarró a Lis de la mano y se fueron al parque. Se sentaron en el banco más alejado, arropados por la tenue luz que proyectaba sobre ellos una farola situada a unos pocos metros de ellos.

Lis miraba al infinito, en silencio, inmersa en sus pensamientos hasta que la voz de Derek la interrumpió.

-¿Sabes? Si supiera que ya no tienes nada con Dimitri te besaría.

-Ni siquiera tienes que planteártelo. Sólo bésame y punto.

Él poso suavemente la palma de su mano en la cara de ella y la besó. Ella enredó sus dedos en la melena de él, atrayéndolo más para sentir todo su cuerpo.

Le embargaba una sensación tan distinta a la que sentía con Dimitri. Cariño y sensibilidad contra pasión animal y desenfreno. ¿Qué elegir?

Pero de momentos Lis dejó de lado estas dudas y se concentró en esos brazos musculosos que tenía entorno a su cintura.


Fin del capítulo 29

viernes, 2 de julio de 2010

CAPÍTULO 28: RUMBO AL SILVER

El tranquilo y apacible sueño en el que estaba sumida se convirtió en una horrible pesadilla.

Cuando se despertó se dio cuenta de que se había movido tanto que incluso se había caído de la cama. Se incorporó y miró el reloj. Las 6.30. Todavía era muy pronto así que se volvió a dormir.

El domingo pasó rápidamente sin ningún acontecimiento importante.

El lunes como cada día Lis siguió la misma rutina de siempre. A primera hora tenía matemáticas así que decidió ponerse a pensar en todo lo que había pasado el fin de semana y llegó a la conclusión de que tenía que mandar a la mierda a Dimitri definitivamente. En ese momento sus ojos se cruzaron con los de Derek.

Y si... no era demasiado improbable. Pero no pasa nada por intentarlo ¿no?

Y entre pensamiento y pensamiento se pasó la mañana y cuando llegó el tan esperado recreo Lis se acercó a Derek. No estaba segura de si querría hablar con ella después de lo que pasó pero por intentarlo no se pierde nada.

Derek estaba inclinado sobre su mochila, recogiendo los libros y sacando su almuerzo cuando una voz familiar le dijo:

-Hola. ¿Qué tal estas?

-Muy bien y ¿tu?

-Bien. Oye... no sé si querrías hablar conmigo pero yo si necesitaba hablar contigo. Fui una tonta... tenía que haberte llamado y... y...

Y Derek ya no le dio tiempo a decir nada más. Se levantó y le plantó un beso delante de todos los alumnos que estaban allí.

- Lis, esta noche vente a la discoteca Silver que estaré trabajando allí por la noche a partir de las 10.

-Vale.

Y dicho esto Derek salió de clase y las amigas de Luis se abalanzaron sobre ella.

Lis les contó el plan de por la noche y vio como sus amigas se emocionaban.

Y las horas pasaron y cada vez Lis estaba más inquieta. Ya no sabía ni como estar, ni donde , ni como.

Ella sabía que el Silver no era un bar de los que estaba acostumbrada. Así que tendría que vestirse acorde. No podía ir con su minifalda, sus zapatitos de tacón y sus camisetas de colores alegres.

Se puso a rebuscar en el fondo de su armario. Se puso una camiseta de manga corta negra, unos pantalones vaqueros apretados y unas converse negras y blancas.

Cogió sus cosas y salió por la puerta en dirección a la discoteca.


Fin del capítulo 28