Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

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jueves, 24 de junio de 2010

CAPÍTULO 27: CORRER PARA ALEJARSE DE TODO

Lis estaba que trinaba. ¡Quería cargarse a esa zorra! ¡Estaba tirándose a Dimitri delante de sus narices! No piensa soltarla.

Y justo cuando tenía a la rubia agarrada por aquella impresionante melena y posicionada de tal manera que podía partirle la boca, Dimitri se abalanzó sobre ellas, puso cada una de sus manos en los pechos de ellas para separarlas y luego le pasó los brazos por debajo de las axilas a Lis para que no siguiera pegando a la rubia.

-¡Suéltame de una vez maldito imbécil! – le espetó Lis mientras se movía intentando zafarse del abrazo de Dimitri.

-No lo pienso hacer hasta que te tranquilices.

-¡Pues quita a este zorrón de mi vista! ¡Guarra! – Lis estaba roja de la rabia.

-Yolanda sal de aquí de una puta vez. ¡Largo! – le chilló Dimitri.

La rubia se puso bien la minifalda, la camiseta y se largó lo más rápido que pudo.

Dimitri aflojó la presión con la que agarraba a Lis y la soltó.

Ella se le quedo mirando con una expresión furiosa pero que a la vez dejaba entrever un atisbo de tristeza. Empezó a chillarle y a intentar pegarle. Dimitri agarro a Lis de las muñecas y le dijo en tono cortante:

-Haz el favor de callarte de una vez – Lis le miraba con cara de estupefacción. ¡No podía ser verdad lo que estaba escuchando! – si mal no recuerdo me has dicho que no eras de mi posesión así que soy libre de hacer lo que quiera y con quien quiera.

Lis, anonadada y dolida pasó por delante de Dimitri y sin dirigirle ni una mirada salió del baño, le dijo a sus amigas que se marchaba a casa y se fue calle arriba corriendo como una loca teniendo como único compañero el monótono ruido de sus tacones al chocar contra el frió pavimento.

Cuando por fin llegó a su casa se quitó los zapatos – le dolían los pies horrores – y se cambió de ropa para meterse en la cama lo antes posible.

Quería notar el calor de su cama, la seguridad que le deba tener las sábanas rodeando todo su cuerpo y sentir que estaba en una burbuja que la protegía de todo, que nada podía penetrar en ella. Estaba agotada. En esa noche había pasado muchas cosas intensas y sólo quería dormir.

Poco a poco sus párpados se fueron cerrando y Lis se sumió en un sueño relajado y tranquilo del que no tardaría en despertar.

Todos los sueños se convierten en pesadillas.

Fin del capítulo 27

jueves, 3 de junio de 2010

CAPÍTULO 26: ¿PERO A QUIÉN SE LE OCURRE APOYARSE EN LA MANIVELA DE LA PUERTA?

Cuando terminó la canción, las chicas dejaron de bailar y la gente aplaudió fervientemente.

-Muy bien chicas, habéis estado geniales pero sólo una de vosotras puede ser la ganadora. – el comentarista hizo una breve pausa antes de decir el nombre del a chica para que fuera más emocionante – Y la elegida ha sido… Lis, nuestra flamante pelirroja.

Después de más aplausos y felicitaciones, Lis fue a hablar un rato con sus amigas.

Mientras tanto, en el baño…

Dimitri empujaba a la chica rubia contra la pared del baño. La tenía colgada de él, las piernas de ella rodeando su cintura, la minifalda plateada subida y el tanga en su mano.

Los dos hiperventilaban como si hubieran acabado de correr una maratón.

El calor que desprendían los dos cuerpos juntos les hacía sudar y resbalarse.

La rubia le daba pequeños mordisquitos en el cuello mientras subía y bajaba en las caderas de Dimitri.

Lis, cansada y calurosa, se disculpó de sus amigas y se fue al baño a refrescarse.

Entró, se inclinó en el lavabo y se mojó la cara y el cuello.

Ignorando que Lis había entrado al baño, Dimitri le dio más caña a la rubia, tanta que ésta perdió el equilibrio, se apoyó en la manivela y la puerta se abrió.

Lis se quedo con la boca abierta ante la imagen que el espejo le devolvía. Giró en redondo sobre sus talones.

Dimitri se apartó de la rubia bruscamente y se subió los pantalones. En cuanto éste estuvo lejos de ella, Lis se acercó a la chica y le empezó a tirar del pelo y a gritarle un montón de palabras malsonantes.

-Si no las separo Lis la va a dejar calva – murmuró Dimitri para sus adentros, y se apresuró a separar a las dos chicas que se tiraban de los pelos y se gritaban como unas verdaderas locas.

Fin del capítulo 26