Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

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viernes, 20 de agosto de 2010

CAPÍTULO 39: ENCUENTRO A SOLAS

Llevaban más de dos horas allí. Celeste seguía a su ritmo cambiando una y otra vez los discos del radiocasete. La cosa entre Derek y Dimitri poco a poco se había ido destensando. Lis se levantó del sofá para ir al baño. Derek ni siquiera se dio cuenta al estar muy interesando en la conversación que tenía con Lara.

Lis bajo al baño para refrescarse la cara y la nuca. Todo le daba vueltas ay casi no sabía ni donde se encontraba. De repente oyó pasos en escalera. Alguien se acercaba. Su mente estaba muy embotada debido a la masiva ingesta de alcohol y marihuana por lo que no podía pensar con claridad. Cuando la figura que se aproximaba a ella se situó debajo del foco el terror de Lis desapareció.

-¡Joder! Que susto me has dado Dimitri. Ni se te ocurra volverá acercarte a mí de esa manera.

-Tranquila preciosa – le dijo mientras se acercaba a ella y le posaba una de sus manos en la cara -, sabes qué nunca me portaría mal contigo ni te haría daño.

-Si claro. Por eso te estabas liando antes con esa zorra pelirroja – Lis dio rienda suelta a su enfado.

-¿Tienes envidia?

-¿Envidia? ¡Ja! ¿Acaso crees que podría sentir envidia teniendo a Derek junto a mí?

-¿A ese melenudo? Pensaba que te gustaban más otro tipo de chicos. Seguro… - Dimitri acorraló a Lis haciendo que se apoyase contra la pared y colocándole sus fuertes brazos a cada lado de su cabeza – seguro que él no te puede hacer disfrutar como yo.

Dimitri bajó una de sus manos hasta el trasero de Lis y la cerró fuertemente. Luego hizo lo mismo con la otra para apretarla contra él todo lo posible. Y comenzó a morderle los hombros.

-Para… - suplica Lis -, si Derek se entera...

-No se enterará. Está hablando con Lara – comenzó a tocarle los pechos – además, sé que me deseas. ¿Verdad zorrita? No puedes resistirte a mí.

-¿Zorrita? – Lis intento que su voz sonara enfadada pero no lo consiguió. Su excitación le traicionó.

-Es lo que eres cuando estás conmigo.

-No.

¿No? Déjame que te lo demuestre.

Dimitri posó sus dos manos encima de los hombros de Lis y la empujo hasta que consiguió que se arrodillara. Fue soltándose poco a poco los tres botones del pantalón y dejó que cayeran al suelo. Lis estaba en una situación realmente difícil. Derek podía bajar en cualquier momento. Pero… ¿cómo negarse a lo que Dimitri le ofrecía? Estaba de pie frente a ella, con los pantalones bajados, luciendo un imponente miembro que quería salir de esos bóxers negros que le tenían aprisionado. Y el deseo pudo con ella. Pero cuando acercó sus manos a la cintura de Dimitri, éste se lo impidió. Le cogió las muñecas y elevó sus brazos de tal manera que Lis no podía echarse hacia delante.

-No te lo voy a poner tan fácil preciosa – dijo con una sonrisa en los labios.

Fin del capítulo 39

miércoles, 18 de agosto de 2010

CAPÍTULO 38: BATALLA DE CELOS

Lis no podía llegar a creérselo. Estaba metida en la misma habitación con ellos dos. ¿Y si no se podían controlar? ¿Y si uno de ellos saltaba sobre el otro como ya había ocurrido anteriormente? Sería una catástrofe.

-Bueno chicos pero que no me habéis contestado – protesta Celeste.

-¿Eh? ¿Qué? – pregunta Derek totalmente desorientado. Se nota que está bastante tenso.

-¿Ardiente pasión y erótico resultado? – Celeste suelta una risita al terminar la frase.

Derek no sabía si debía contestar. ¿Y si su respuesta desencadenaba en algo gordo?

-¿Qué te pasa tío? ¿No has hecho nada o es que ha sido tan penoso que hasta te cuesta reconocerlo? – le pincha Dimitri.

-Bueno… ya que veo que lo queréis saber os lo contare. Si Celeste hemos tenido ardiente pasión. ¿Y el resultado? Inmejorable.

La última palabra quedó flotando en el ambiente. Derek se volvió hacia Lis cuando se percató de que se tensaba a su lado.

-¿Qué te pasa? – le susurró al oído.

-No me gusta la cara que ha puesto a tu contestación. Temo que pueda contar todo.

-Pues bien por ti chaval - espetó Dimitri.

-Que pasa. ¿Te jode o qué?

La situación se estaba poniendo demasiado tensa. La posición de los dos chicos era altiva y desafiante. Parecían dos leones a punto de abalanzarse a por su presa.

-¡Tíos! Traaanquilos. Vamos todos a fumar y a beber un rato que os veo demasiado tensos.

Dicho esto, Celeste se levantó del sillón, abrió un armario y saco varias botellas de vodka, whisky y ron. Luego fue a la cocina a por vasos y una bolsa de hielo que guardaba siempre para ocasiones como esta.

-Lo que no tengo es nada para mezclar con el alcohol. Así que a palo seco.

-¿Pero cómo vamos a ponernos a beber a palo seco…? - empezó a protestar Lara.

-¡Porque lo digo yo!

Una vez servidos, Dimitri y Lara comenzaron a liarse. El ruso quería que Lis viera cómo se liaba con otra. Que sufriera por preferir a ese melenudo y no quedarse con él. Acariciaba a Lara despacio pero con firmeza, sin dejarse ninguna parte de su cuerpo.

Al cabo de unos minutos Lis estaba más que harta. Comenzó a hacer lo mismo que Dimitri.

Era una batalla de celos. Las dos parejas se acariciaban y besaban como si fuese el último día que se fueran a ver.

Cuando Celeste terminó de liar el porro se lo fueron pasando entre todos. Y después otro y otro… Y por supuesto entre calada y calada un buen trago al vaso que todos habían colocado al lado de sus pies en el suelo.

El alcohol y los porros empezaban a hacer sus efectos. Y cuando dos personas los sufren pueden pasar muchas cosas…

Fin del capítulo 38

viernes, 13 de agosto de 2010

CAPÍTULO 37: ESTO SI ES UNA SORPRESA

Cuando Celeste llegó al salón encontró a sus dos amigos liándose. Al notar su presencia pararon.

-Traaanquilos seguid a lo vuestro, yo como si no estuviera – y se puso a toquitear su móvil.

Mientras tanto Derek y Lis seguían en la cama intentando asimilar lo que había pasado.

-Dios mío… esto ha sido totalmente surrealista – dijo Derek.

-Sí… sobre todo cuando Celeste se ha quedado quieta mirando. ¡A sido lo más vergonzoso que me ha pasado en la vida!

-Bueno pero… ¿seguimos? – propuso Derek mientras le acariciaba el brazo.

-No se… ¿y si vuelven a subir? Ahora me ha dado tiempo de apartarme pero si hiciéramos algo más gordo…

-Na tranquila. Seguro que no van a volver. Ya han subido y con una vez les es suficiente.

-Pero…

-Ya basta de peros. Solo quiero hacerte mía de una vez por todas.

Derek se acerca a Lis para besarla. La estrecha entre sus brazos y se coloca encima. Sin parar de besarla y de mirarla la penetró sin brusquedad mientras se movía lentamente. Lis acompasó su ritmo al de él y comenzó a gemir notando como Derek entraba y salía de su interior. Al cabo de hora y media bajaron al salón a reunirse con los demás.

Bajaron las escaleras y se sentaron en el sofá que tenían enfrente. La habitación estaba igual salvo que ahora había dos personas más. Una chica pelirroja que se estaba enrollando con un chico rubio al que no le veían la cara desde el ángulo que le estaban mirando. Celeste en una esquina sentada en un sillón y con los pies apoyados en otro toquiteaba el radiocasete. Al final se decidió por la canción “Loco en el coco” de Cypress Hill.

http://www.youtube.com/watch?v=FgfnaPDAr2M

-¿Qué, ardiente pasión y erótico resultado? – les preguntó a los recién llegados.

Al escuchar esto Lara y su acompañante tuvieron que parar para soltar una carcajada. Al ver por fin la cara del chico Lis y Derek se quedaron petrificados. El chico rubio de ojos verdes era Dimitri.

Celeste sin percibir la tensión en el ambiente que se acababa de formar no se le ocurrió otra cosa que presentar a su amiga.

Fin del capítulo 37

jueves, 12 de agosto de 2010

CAPÍTULO 36: ¿LES ABRIMOS LA PUERTA?

Tras haber retirado el papel de periódico de la cama y llevar un rato dedicándose carantoñas, Derek se dio cuenta de que Lis miraba por encima de su hombro.

-¿Qué pasa? – dijo Derek un poco inquieto.

-Me siento demasiado incómoda para continuar.

-¿Por qué?

Lis señaló hacia donde estaba el muñeco hinchable. Derek siguió con la mirada la dirección que ella le marcaba y lo comprendió. Era imposible hacer nada con eso mirando. Él se levantó y lo quitó de la silla.

-¿Así mejor? – dijo Derek con una sonrisa.

Éste obtuvo por respuesta un empujón hacia la cama y un ardiente beso. Cuando Derek salió de su asombre, miró hacia abajo y vio como Lis le iba levantando lentamente la camiseta y le daba besos suavemente por el abdomen. Cuando logró quitarle la camiseta, Derek hizo lo mismo con la de ella y comenzó a darle mordisquitos en el cuello. Después empezó a lamerle los pechos y a apretar uno de sus pezones entre sus labios. El miembro de Derek comenzaba a hacer presión entre las piernas de Lis Fue desabrochándole cada vez con más rapidez los botones del vaquero. Se los quitó fuertemente y sin pudor alguno. En un arrebato de pasión le enganchó la tira del tanga con los dientes y al intentar quitárselo se lo arrancó.

Lis se abalanzó sobre él, lo tiro de espaldas contra la cama, se puso encima y le susurró al oído:

-Vas a desear que esta noche no termine nunca.

Acabó de desnudarle y situó su cabeza a la altura de la cadera de Derek y le miró el miembro lascivamente mientras se mordisqueaba el labio inferior. En ese momento Derek sintió una oleada de calor por todo su cuerpo y no pudo evitar empujar la cabeza de ella contra su foco de calor. Al cabo de un tiempo Lis intentó zafarse ya que le estaban empezando a llorar los ojos de la presión que sentía en el fondo de su garganta. Una vez liberada comenzó a lamerle los testículos mientras con una de sus manos le masturbaba frenéticamente.

Aunque ellos no le dieran mucha importancia se empezaron a oír ruidos en la parte de debajo de la casa.

Celeste, Lara y el chico rubio de ojos verdes comenzaron a subir por la escalera entre risas y cuchicheos. Cuando llegaron al final corrieron a meterse a la habitación contigua. Entonces Celeste, afectada por las medicinas que no se vendes en farmacia legar se chocó contra la pared, ocasionando bastante ruido y las carcajadas sofocadas de los demás.

-¿Les abrimos la fuerte? – dijo Celeste toda efusiva.

-No jodas, déjales que hagan sus cosas… - dijo el chico.

-A la tira no, vamos a abrirles – replicó Lara.

Y Celeste que no necesitaba muchos ánimos para decidirse, abrió la puerta.

-¿Ha habido mambo o no?

A los dos restantes ni siquiera les dio tiempo a mirar dentro ya que cuando vieron que su compañera hacía mención de abrir la puerta empezaron a correr escaleras abajo.

Celeste dio una calada a su canuto y tras echar el humo dentro de la habitación cerró la puerta y se fue.

Fin del capítulo 36

miércoles, 11 de agosto de 2010

CAPÍTULO 35: DETRÁS DE LA PUERTA BLANCA… ¡SORPRESA!



Las paredes de la habitación estaban pintadas de blanco. En el centro del cuarto había una cama con un edredón verde. Encima de éste habían colocado un corazón hecho con papel de periódico. En una silla contigua a la cama había un muñeco hinchable. Y para terminar, en una de las mesillas habían sustituido la bombilla normal de una de las lámparas por una de color rojo.

-¿Y tú eras el que me decía que no estuviera nerviosa? Que seguro que no era nada… ¡Pero qué vergüenza!

-Bueno pues supongo que ya que nos han preparado todo esto no les podemos hacer el feo ¿no?

-¿Derek? – dice Lis medio escandalizada.

-¿Qué pasa? – Derek se acerca a Lis -. No me digas que no tienes la tentación de probarlo…- acerca sus labios al cuello de Lis y comienza a besarla.

-Es que… Lis pierde el hilo de lo que iba a decir cuando los besos se convierten en pequeños mordiscos.

-¿Si? – dice juguetón.

-Que mejo si seguimos en la cama ¿no te parece?

Derek suelta una carcajada y empuja a Lis sobre la cama.

Y mientras tanto Celeste decide llamar a unos amigos para no quedarse sola mientras la pareja está arriba. Saca su móvil y hace un par de llamadas. Tras pasar unos 10 minutos llaman a la puerta.

Es una chica de cabellos rizados y teñidos de rojo fuego. No es tan delgada como Celeste pero también es muy atractiva, además sus generosos pechos son un punto a su favor bastante grande.

-Hola Lara. ¿Qué tal?

-Muy bien ¿y tú?

-Genial. ¡Hostia! Derek está arriba con una chica.

-¡¿No jodas?! – Pues a ver si bajan y así la conozco. Una cosa… ¿Te importaría que invitara al chico con el que me estoy liando? Es que sino no se a donde ir…

-¡Claro! Llámalo, yo ya sabes que no me importa.

Al cabo de un rato…

¡Toc, toc!

-Ya abro yo – die Lara.

-Vale, así yo me voy liando un porro.

Era el chico que estaba enrollado con Lara. Un chico alto y fuerte. Con el pelo rubio y los ojos verdes.

Tras las presentaciones pertinentes se sientan en un sofá y comienzan a charlar todos animadamente. De repente a Celeste se le ocurre una cosa.

-¡Tíos! – Exclama como accionada por un resorte -. ¿Subimos a ver que hacen?

-¡Si, si! Pero espérate un poco que todavía no habrán empezado a hacer nada.

-Esto… ¿sabéis que no me estoy enterando de nada verdad?

-Que un amigo nuestro está arriba con una chica y queremos subir a espiar – explica Celeste.

-En ese caso me uno.

-Perfecto – sentencia Lara.

Fin del capítulo 35

martes, 10 de agosto de 2010

CAPÍTULO 34: PASAD A VER LA SORPESA

A la hora acordada Lis salió de su casa. Se quedó en la puerta escudriñando las sombras hasta que dio con lo que buscaba.

Un chico moreno con melena, apoyado en una farola que la miraba con ojos tiernos y con una cálida sonrisa en los labios.

-Buenas noches guapísima.

-Buenas noches – contestó Lis con voz nerviosa.

-¿Estas nerviosa?

-La verdad es que un poco sí. No sé que puede ser esa sorpresa que nos prometió Celeste.

-Bah tranquila. No creo que sea nada malo – Derek le guiña un ojo para intentar relajarla.

-Vale – dice Lis mostrando una sonrisa enorme.

Había una luna llena preciosa que iluminaba el camino de los dos chicos. Los haces luminosos otorgaban a la situación un toque romántico. Dos adolescentes paseando juntos por calles silenciosas y adornadas con maceteros negros que albergaban rosales en su interior.

-Ya hemos llegado.

Estaban frente a una cochera. Las paredes de la casa estaban pintadas de un color amarillo huevo que con el paso de los años las inclemencias del tiempo habían hecho que se volvieran de un tono amarillo desvaído. La puerta era de metal, pintada de color negro pero con cercos de óxido en algunos lugares. Derek llamó al a puerta un par de veces. Celeste le abrió y los invitó a entrar. La estancia era bastante grande. Tenía dos sofás de tres plazas y cinco sillas. Las paredes estaban pintadas con estampado de cebra rosa y negro. ¡Era increíble! Lis y Derek se fueron a sentar en uno de los sofás cuando Celeste se lo impidió.

-No, no. De sentarse nada. Haced el favor de subir por esas escaleras y meteos en la habitación de la puerta blanca. Ahí os espera la sorpresa.- terminó la frase soltando una risita picarona.

Acatando la orden de Celeste, subieron las escaleras y se plantaron delante de la puerta blanca. Derek puso una mano en el pomo de la puerta y volvió su cabeza para mirar a Lis.

-¿Preparada?

-Uff… sinceramente no sabría que decirte la verdad…

-Todavía sigues nerviosa ¿Verdad?

-Sí.

Tranquila ya sabes que no muerdo, aunque… - se muerde el labio inferior – si me lo propongo puedo hacerlo… - Derek se inclina para darle un mordisquito juguetón en el cuello.

-Para…espera al menos a que entremos…

Vale.

Derek gira el pomo, abre la puerta y enciende la luz. La imagen que se les aparece les deja con la boca abierta.

Fin del capítulo 34

viernes, 6 de agosto de 2010

CAPÍTULO 33: CELESTE

La mañana siguiente pasó sin ningún contratiempo. Por la tarde Lis había quedado con Derek para tomar algo y charlar. La sorpresa vino cuando Lis se dio cuenta de que Derek no estaba solo en la mesa como ella esperaba.

Le acompañaba una chica de su misma edad. Llevaba la larga melena morena suelta adornada con varias rastas de distintos tamaños. Su atuendo consistía en unos vaqueros anchos que no se le bajaban gracias a un cinturón negro básico y una camiseta de tirantes negra. Llevaba un piercing en la nariz en forma de aro y otro en la ceja.

Los dos mantenían una conversación bastante animada cuando Lis llegó hasta ellos.

-Hola Lis – la sonrisa de Derek era enorme -. Te presento a Celeste.

-Encantada – dijeron las dos al unísono.

Se sentaron los tres y se pusieron a hablar de cosas triviales. Al principio a Lis no le caía muy bien celeste. Entre las pintas que llevaba, la manera de hablar que tenía y encima… ¡se estaba liando un porro en medio del bar!

Pero conforme la fue conociendo se dio cuenta de que era una chica estupenda.

-Tíos tenéis que veniros a mi peña esta noche – dijo Celeste entre calada y calada -. Nos lo pasaremos de puta madre.

-Esto… no se Ces, igual a Lis no le apetece…

-No, tranquilo. Iré encantada. ¿Quedamos para ir juntos Derek?

-Si claro.

-Bueno pues yo me abro. Os espero esta noche. Os montaremos una sorpresita je je je – dice emocionada mientras me guiña un ojo -. ¡Será acojonante!

Se da la vuelta y se marcha sin dar tiempo a ninguna réplica por parte de los otros dos.

-Bueno guapa nos vemos después de cenar. Te paso a buscar – era claramente una afirmación y no una pregunta -. Adiós.

-Adiós.

Lis se dirige a su casa intrigada.

¿Sorpresa? ¿Qué sorpresa?

Fin del capítulo 33