La mañana siguiente pasó sin ningún contratiempo. Por la tarde Lis había quedado con Derek para tomar algo y charlar. La sorpresa vino cuando Lis se dio cuenta de que Derek no estaba solo en la mesa como ella esperaba.
Le acompañaba una chica de su misma edad. Llevaba la larga melena morena suelta adornada con varias rastas de distintos tamaños. Su atuendo consistía en unos vaqueros anchos que no se le bajaban gracias a un cinturón negro básico y una camiseta de tirantes negra. Llevaba un piercing en la nariz en forma de aro y otro en la ceja.
Los dos mantenían una conversación bastante animada cuando Lis llegó hasta ellos.
-Hola Lis – la sonrisa de Derek era enorme -. Te presento a Celeste.
-Encantada – dijeron las dos al unísono.
Se sentaron los tres y se pusieron a hablar de cosas triviales. Al principio a Lis no le caía muy bien celeste. Entre las pintas que llevaba, la manera de hablar que tenía y encima… ¡se estaba liando un porro en medio del bar!
Pero conforme la fue conociendo se dio cuenta de que era una chica estupenda.
-Tíos tenéis que veniros a mi peña esta noche – dijo Celeste entre calada y calada -. Nos lo pasaremos de puta madre.
-Esto… no se Ces, igual a Lis no le apetece…
-No, tranquilo. Iré encantada. ¿Quedamos para ir juntos Derek?
-Si claro.
-Bueno pues yo me abro. Os espero esta noche. Os montaremos una sorpresita je je je – dice emocionada mientras me guiña un ojo -. ¡Será acojonante!
Se da la vuelta y se marcha sin dar tiempo a ninguna réplica por parte de los otros dos.
-Bueno guapa nos vemos después de cenar. Te paso a buscar – era claramente una afirmación y no una pregunta -. Adiós.
-Adiós.
Lis se dirige a su casa intrigada.
¿Sorpresa? ¿Qué sorpresa?
Fin del capítulo 33
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