Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

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jueves, 12 de agosto de 2010

CAPÍTULO 36: ¿LES ABRIMOS LA PUERTA?

Tras haber retirado el papel de periódico de la cama y llevar un rato dedicándose carantoñas, Derek se dio cuenta de que Lis miraba por encima de su hombro.

-¿Qué pasa? – dijo Derek un poco inquieto.

-Me siento demasiado incómoda para continuar.

-¿Por qué?

Lis señaló hacia donde estaba el muñeco hinchable. Derek siguió con la mirada la dirección que ella le marcaba y lo comprendió. Era imposible hacer nada con eso mirando. Él se levantó y lo quitó de la silla.

-¿Así mejor? – dijo Derek con una sonrisa.

Éste obtuvo por respuesta un empujón hacia la cama y un ardiente beso. Cuando Derek salió de su asombre, miró hacia abajo y vio como Lis le iba levantando lentamente la camiseta y le daba besos suavemente por el abdomen. Cuando logró quitarle la camiseta, Derek hizo lo mismo con la de ella y comenzó a darle mordisquitos en el cuello. Después empezó a lamerle los pechos y a apretar uno de sus pezones entre sus labios. El miembro de Derek comenzaba a hacer presión entre las piernas de Lis Fue desabrochándole cada vez con más rapidez los botones del vaquero. Se los quitó fuertemente y sin pudor alguno. En un arrebato de pasión le enganchó la tira del tanga con los dientes y al intentar quitárselo se lo arrancó.

Lis se abalanzó sobre él, lo tiro de espaldas contra la cama, se puso encima y le susurró al oído:

-Vas a desear que esta noche no termine nunca.

Acabó de desnudarle y situó su cabeza a la altura de la cadera de Derek y le miró el miembro lascivamente mientras se mordisqueaba el labio inferior. En ese momento Derek sintió una oleada de calor por todo su cuerpo y no pudo evitar empujar la cabeza de ella contra su foco de calor. Al cabo de un tiempo Lis intentó zafarse ya que le estaban empezando a llorar los ojos de la presión que sentía en el fondo de su garganta. Una vez liberada comenzó a lamerle los testículos mientras con una de sus manos le masturbaba frenéticamente.

Aunque ellos no le dieran mucha importancia se empezaron a oír ruidos en la parte de debajo de la casa.

Celeste, Lara y el chico rubio de ojos verdes comenzaron a subir por la escalera entre risas y cuchicheos. Cuando llegaron al final corrieron a meterse a la habitación contigua. Entonces Celeste, afectada por las medicinas que no se vendes en farmacia legar se chocó contra la pared, ocasionando bastante ruido y las carcajadas sofocadas de los demás.

-¿Les abrimos la fuerte? – dijo Celeste toda efusiva.

-No jodas, déjales que hagan sus cosas… - dijo el chico.

-A la tira no, vamos a abrirles – replicó Lara.

Y Celeste que no necesitaba muchos ánimos para decidirse, abrió la puerta.

-¿Ha habido mambo o no?

A los dos restantes ni siquiera les dio tiempo a mirar dentro ya que cuando vieron que su compañera hacía mención de abrir la puerta empezaron a correr escaleras abajo.

Celeste dio una calada a su canuto y tras echar el humo dentro de la habitación cerró la puerta y se fue.

Fin del capítulo 36

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