Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

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miércoles, 26 de enero de 2011

CAPÍTULO 49: ESTARÉ AQUÍ TODO EL TIEMPO QUE QUIERAS

No sabe cuánto tiempo permaneció allí, sentada en el suelo, acurrucada con la bata. Pensando. No se lo podía creer. ¿Por qué le había hecho eso? No le creía capaz.

Una parte de ella sabía que quería al joven ruso pero la otra le decía que era imperdonable lo que le había hecho esa tarde. La había golpeado como a una niña de 3 años cuando hace algo mal. Había herido su orgullo. Y lo peor de todo era que ella le había dejado. ¡Qué estúpida!

Se sentía fatal. Quería desahogarse, soltarlo todo, liberarse. Pero… ¿con quién podía hablar de aquello? De repente, como movida por un resorte corrió hacia su chaqueta donde tenía el teléfono móvil, buscó el número y marcó.

Un tono, dos tonos, tres tonos…

-¿Sí? – contestó una voz masculina al otro lado de la línea.

-Derek… necesito hablar contigo.

-¿Lis? ¡Lis! ¿Qué te pasa? – La voz de Derek sonaba preocupada. Había notado la tristeza en la voz de Lis.

-¿Puedes venir a mi casa? No quiero estar sola.

-Si claro… ahora voy.

-Vale… muchas gracias.

La línea se cortó.

Mientras Derek llegaba a casa de Lis, ésta se cambió de ropa. Echó el conjunto de encaje al cesto de la ropa sucia. Se puso la ropa interior más cómoda que tenía y un chándal viejo de color negro que tenía para ir por casa.

Estaba terminando de vestirse cuando sonó el timbre. Fue a abrir la puerta y allí estaba él.

Llevaba unos vaqueros grises ajustados con un cinturón de color oscuro del que pendía una cadena, unas botas de montaña grises un poco desgastadas, una camiseta negra con el dibujo de un demonio sujetando una cruz invertida y una chupa de cuero con tachuelas de metal en las solapas. El pelo que le llegaba un poco más debajo de los hombros estaba perfectamente liso. Estaba perfecto, como siempre. Lo único que no encajaba en aquel cuadro de perfección eran sus ojos. Esos ojos del color del chocolate que siempre rebosaban felicidad y cariño ahora mostraban intranquilidad y preocupación.

Los de Lis rompieron en lágrimas en cuanto lo vio y se abrazó a él todo lo fuerte que pudo, como si temiera que se desvaneciera en cualquier momento y quería evitar que eso sucediese.

-Tranquila… tranquila… ya estoy aquí, no pasa nada – intentaba tranquilizarla.

Los dos pasaron al interior de la vivienda y Lis le guió hasta el salón. Se sentaron en el sofá, uno junto al otro. Él se quedo con la espalda muy recta, refirmada contra el respaldo del sofá mientras ella se tumbaba apoyando la cabeza en las piernas de él y se agarraba las rodillas con las manos, apretándolas fuertemente contra su pecho. Las lágrimas seguían resbalando silenciosamente por sus mejillas. Derek pasó uno de sus brazos por los hombros de Lis.

-Sólo quiero que estés conmigo, que me abraces… - sollozaba Lis.

-Estaré aquí todo el tiempo que quieras, te lo prometo.

Fin del capítulo 49

3 comentarios:

  1. Por favor no juegues así con Derek... No hagas que Lis lo utilice como consuelo cariñoso por favor... Él es mucho más que eso... Además queda demasiado interesado por aprte de Lis... Si vana estar los tres juntos que estén bien eh! No uno para el sexo y otro para los mimitos...xD

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  2. Es una pena que se esté quedando fría esta historia... Porque tiene buena pinta! :)

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  3. La verdad es que a mi me gusta la historia pero prefiero volver a remotar el protagonismo de Lis y Dimitri del principio.

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