Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

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lunes, 24 de enero de 2011

CAPÍTULO 47: EL FIN DE LA ESPERA

Las saetas del reloj avanzaban lentamente a trompicones. El tiempo pasaba y ella se impacientaba cada vez más con cada minuto que pasaba. Cambiaba constantemente de postura, ahora con las piernas cruzadas, ahora de pie, ahora tumbada… ¡Qué espera tan horrible! No quería mirar el reloj, era demasiado frustrante. Después de una hora de espera ya ni siquiera podía estar quieta. Recorría su habitación de un lado para otro, más deprisa, más despacio… Miraba por la venta de su cuarto, no había nadie por la calle. ¿No pensaba venir? ¿No quería verme? Y mientras estaba embebida en esos pensamientos sonó el timbre.

Su corazón dio un vuelco en su pecho. ¡Era lo que estaba esperando! Se detuvo un instante ante el espejo para revisar su aspecto antes de recibirle. Se alisó el encaje, se ahuecó la melena y se puso la bata de tal manera que una de las mangas le caía de forma bastante sexy sobre su hombre izquierdo. Respiró hondo tres veces y abrió la puerta.

Allí estaba él, refirmado sobre el marco de la puerta. Vestía unos pantalones vaqueros de color azul claro, unas deportivas blancas con unas rallas negras, una camiseta naranja con una raya blanca en el centro y un plumas negro que llevaba en la mano a pesar del frió que hacía ese día. Su pelo rubio estaba desordenado dándole un aire desenfadado y sus ojos verdes brillaban al ver a Lis vestida de aquella manera. Se había vestido así por él y eso le encantaba. Una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Hola preciosa – se acerca y recoge un mechón de su melena roja entre los dedos -. Sé que me estabas esperando.

Besó sus labios mientras la empujaba levemente para entrar y cerró la puerta de una patada con el talón.

-Llévame a tu cuarto, quiero probar tu cama – le dijo Dimitri al oído.

Una vez allí…

-Quítate la bata, quiero ver que ropa has elegido para mí.

Lis desabrocha el nudo de su bata, la cual se desliza suavemente por los hombros hasta llegar al suelo. Un fino haz de luz entra por la ventana y arranca pequeños destellos rojos del pelo de Lis. Dimitri la mira de arriba abajo, deteniéndose y deleitándose con los pequeños detalles de su cuerpo y con la delicada lencería de seda que cubre mínimamente su cuerpo debido a la transparencia de la tela.

-Ummm… - Dimitri roza la piel de los brazos de ella con las yemas de los dedos, haciendo que se le erice el vello. – Me encanta como te has puesto, este conjunto... uff… - roza la copa del sujetador y como consecuencia del contacto el pezó se le pone erecto – ya veo que a tu cuerpo le gusta el roce de mis dedos…

Lis no puede hablar, está concentrada en el recorrido que los dedos de Dimitri trazan sobre su cuerpo.

-¿Te gusta preciosa? – Sus dedos siguen acariciando su piel – Pero… y si ahora uso mis…

Antes de terminar la frase posa sus labios en el hombro de ella haciendo el mismo recorrido que había trazado con los dedos anteriormente. Empieza en su hombre, sigue por su clavícula y baja a su pecho donde presiona su pezón suavemente con los labios a través de la fina tela del sujetador.

Lis frunce los labios para evitar que salga algún sonido de su boca. Los labios de Dimitri vuelven a subir hasta la boca de ella donde se quedan unos minutos.

Pero… hay algo raro aquí… Dimitri no es tan dulce…

Fin del capítulo 47

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