Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

lunes, 11 de abril de 2011

CAPÍTULO 50: GRACIAS POR VENIR

Los minutos pasaban y pasaban y ellos seguían en la misma posición. Él de vez en cuando acariciaba el pelo de Lis y jugueteaba con sus mechones entre los dedos.

-Lis… ¿vas a contarme que es lo que pasa?

Ella se incorpora y sitúa su cara a la altura de la de él. Su mirada se hunde en la profundidad de sus ojos marrones, el tiempo se detiene. Sólo existen ellos dos. Nadie más. Posa uno de sus dedos sobre los labios de Derek. No quiere que le diga nada. Con la mano libre acaricia su mejilla, retira los dedos de su boca y los sustituye por sus labios.

Los dos se funden en un beso lleno de ternura y calidez. Derek coloca una de sus manos en la nuca de ella y con la otra le acaricia la cara e intenta eliminar los últimos rastros de las lágrimas que habían caído antes por sus mejillas.

Se separan. Se estaban quedando sin aire. Las manos de Lis caen flácidas sobre su vientre. Los dos se miran sin decir una sola palabra. Se bastan con ver sus ojos. Los de él llenos de confusión y comprensión. Los de ella, enrojecidos por las lágrimas y llenos de pesar y rabia.

-Gracias por haber venido…

-No hay de que pero, por favor, dime que te pasa. Así podré ayudarte…

Lis se queda pensativa… No sabe que hacer… ¿Se lo dice? Pero… ¿y si se enfada? Pero no puede retenerle a su lado sin darle una respuesta.

-No se… es que estoy un poco sensible últimamente…

-¿Seguro que sólo es eso?

-Si…

Derek no se queda muy convencido pero no le va a preguntar más. No quiere importunarla. NO quiere estropear el momento.

Los ojos de Lis vuelven a anegarse de lágrimas. Éstas resbalan por su rostro y se precipitan al vacío cuando llegan a la barbilla. Él con su mano recoge algunas de esas lágrimas.

-Lis… no llores…

-Es que… no puedo…

-Mira, no quería presionarte para que me dijeras lo que te asa – la sujetó por los hombros con firmeza pero sin aplicar demasiada fuerza para no hacerle daño – pero necesito saberlo para poder seguir aquí contigo.

Lis suspira. Empieza a temblar. Tiene miedo. Miedo a quedarse sola, sin el calor de sus manos en las suyas, sin su ojos color chocolate mirándole fijamente, sus labios rozándole los suyos… Pero tiene que decírselo. No puede mentirle, a él no. Sino se irá de todas formas.

-Está bien… - respira hondo – te lo diré.

Y comienza a relatarle todo lo acontecido horas antes hasta su llegada. Las expresiones de Derek van cambiando según pasa la historia. Por su cara pasan la rabia, la incredulidad, la compasión…

La última, enfado. Enfado porque le ha engañado. No quería contarle nada. Se sentía un poco engañado. Peor eso no era lo más importante. Lo que más le dolía era saber que tenía que compartir el corazón de Lis con otro. Eso le enfurecía sobremanera.

-Lo siento Lis pero no pienso quedarme ni un minuto más. Adiós.

Fin del capítulo 50


No hay comentarios:

Publicar un comentario