Atrapados por la novela

Debido a la falta de tiempo no puedo subir capítulo todos los días, el nº de ellos dependerá de la semana. Gracias a todos.

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domingo, 3 de octubre de 2010

CAPÍTULO 42: CULPA

Una vez arriba se sentaron al lado de sus respectivas parejas. Tras un breve espacio de tiempo Derek dijo que tenía que marcharse ya a su casa por lo que Lis también abandonó el lugar.

Por el camino, Derek no paraba de hablar. Estaba tan inmerso en su charla que ni siquiera se percató de que ella no le escuchaba.

Lis no podía dejar de pensar en lo que había hecho. ¿Cómo pudo ser capaz? Había encontrado a un chico maravilloso que la quería. No podía pedir nada más. Y sin embargo a la primera oportunidad que se le había presentado con Dimitri…

Sabía que no debía contarle nada a Derek. Pero ¿sería capaz de mantener el secreto? Tendría que hacerlo, o al menos, intentarlo.

-Lis ¿me estas escuchando?

-¿eh? Perdón me he distraído. Lo siento.

-No pasa nada. Ya hemos llegado a tu casa.

-Bueno pues… hasta otro día.

-Espera… sentémonos un poco en el portal – rogó Derek.

Lis tras dudar unos segundos accedió. Se sentó junto a él, cruzó los brazos sobre su regazo y esperó a que él hablara.

-Lis… quiero decirte que eres la chica más maravillosa que se me a cruzado jamás en la vida y… - Derek tomó una de las manos de Lis y la acarició tiernamente –…espero que nunca me dejes.

-Yo… no sé qué decir…

-No hace falta que digas nada…

Derek se acercó a Lis y le dio un suave beso en los labios. Cuando se separó ella se levantó rápidamente y despidiéndose con un leve movimiento de la mano entró en la casa.

Subió las escaleras sin hacer ruido y cerró la puerta de su cuarto. Allí, en la soledad de su cuarto sacó toda la angustia que llevaba dentro en forma de lágrimas. Sin separar la espalda de la puerta se sentó en el suelo y se hizo un ovillo, agarrándose las piernas flexionadas con las manos y hundiendo su cara entre las rodillas.

Y empezó a pensar…

Tenía lo que quería. Un chico guapo, fuerte, que la hacía reír y con el que se sentía muy cómoda. Y sobre todo que la quería. Y en una noche había cambiado todo eso por otro chico. Por uno que sólo la quería como pasatiempo. Para usarla un rato y luego despreciarla. Un egoísta que un día se cruzó en su camino y que ahora la había hecho tropezar.

Se sentía fatal. Sus lágrimas empapaban su cara y sus cabellos. Temblaba. Tenía un nudo en la garganta que la oprimía y no la dejaba respirar. Y como le dolía el pecho. Un dolor que atenazaba y oprimía su corazón.

¿Cómo cargar con todo esto? ¿Cómo seguir con una persona a la que no merecía y había traicionado?

Tras llevar una hora así su cuerpo comenzó a dolerle, indicándole que no estaba en una postura muy cómoda. Había perdido la noción del tiempo. Se puso el pijama y se acostó. Mañana sería otro día.

Fin del capítulo 42

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